Capítulo 138 La luz de la vegetación

—EYSA—

Le tomó un momento orientarse y recordar dónde estaba. Sentía un peso en su pecho, y el techo sobre ella era el mismo del reino de la Diosa, pero en lugar de una nada blanca, veía nubes y un cielo púrpura que se tornaba azul claro con los rayos del sol.

Un suave y familiar ronquido llamó su...

Inicia sesión y continúa leyendo