Un favor se respeta

Narrador

Los soldados llegaron justo detrás de la reina. Para Susan y Tom, era como ver a la muerte acercándose con paso resuelto y devastador. Los dos observaron su destino con ojos tristes.

—No han dicho nada, majestad. —pronunció uno de los soldados. —La sirvienta vieja sigue sin decir ni una p...

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