CAPÍTULO 38

Capítulo 38

—Rodolfo… —dijo, girándose para mirarlo—. ¿Quién es… Vincenzo?

Él se tensó. No fue una reacción grande, pero Carolina lo notó. Sus ojos se oscurecieron y tardó unos segundos en responder.

—No quiero hablar de él.

—Es que… —ella se llevó una mano al pecho— siento algo raro aquí cuando ...

Inicia sesión y continúa leyendo