Otra verdad

Tomé la mano de Kendell sin pensarlo demasiado. No sabía si era por agradecimiento, por necesidad, por cobardía o simple instinto de supervivencia, pero lo hice. Quería salir de allí, del humo, de las miradas, de las risas, de la música que ya no sonaba en mi cabeza.

Quería huir de Liam.

Huir de mí....

Inicia sesión y continúa leyendo