Libre

Desde que salí de la clínica con la carpeta de la ecografía en las manos, la imagen de mi hija quedó grabada en mí como una luz en la oscuridad.

Su pequeño corazón latiendo.

Sus manos formándose.

Sus piernas diminutas.

Una niña.

Mi hija.

Mis lágrimas no eran de tristeza.

Eran de amor.

De culpa....

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