Visita médica

Faltaba un día para el cumpleaños de Axel, y yo no podía caminar como debía.

Mi barriga, que ya empezaba a parecer una luna llena, pesaba como si llevara no solo una bebé, sino también los recuerdos, el cansancio y las horas sin dormir.

Me costaba ponerme los zapatos, subir las escaleras, inclinarm...

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