Cuatro cartas

Hoy era mi cumpleaños número treinta y seis. El primero sin él.

Nadie se atrevió a felicitarme. Ni una llamada, ni un mensaje.

Solo el silencio… ese que queda cuando alguien que amabas con todo el alma ya no está.

Mi suegra se había marchado hacía una semana. No soportaba la casa sin Kendell. No la ...

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