

Lo Que Pasa en Las Vegas
Solange Dal Santo · En curso · 3.7k Palabras
Introducción
A su llegada a la ciudad de Las Vegas, Mateo descubre que el gerente del hotel del cual es inversionista y cliente habitué, contrato a una anfitriona ejecutiva de casino pura y exclusivamente para él durante su estadía. De primera instancia Mateo se rehúsa a aceptar los servicios de Julieta Montiel, pero ella lo convence de aceptar sus servicios para hacer que disfrute de su viaje al máximo. Por él otro lado, para Julieta es muy importante que el señor Montenegro acepte su servicio, ya que de esto depende un ascenso en su trabajo.
El mundo de Mateo Montenegro tambalea al conocer a Julieta y no solo por lo que él comienza a sentir por ella, sino porque ella no es de las típicas mujeres a las que él está acostumbrado a tratar. Julieta es una mujer fuerte, segura de sí misma y sobre todo no se deja impresionar por hombres como Mateo dado que ella está acostumbrada a estar rodeados de hombres así en su trabajo.
¿Qué sucede cuando Mateo descubra lo que esta mujer despierta en él? ¿Qué hará Julieta cuando las cosas tomen un rumbo inesperado? ¿Pueden sus mundos tan diferentes coexistir?
Capítulo 1
Escapar de los problemas no es precisamente la mejor solución, pero en este caso es exactamente lo que necesito. Después de cinco horas de vuelo, finalmente aterrizamos en la ciudad de Las Vegas y sé que aquí podre olvidarlo todo —Señor Montenegro, ya puede bajar. — me informa Lorena.
—Muchas gracias por todo, como siempre excelente. — respondo mientras me levanto del asiento y recojo mi maletín.
Camino por el avión hasta llegar a la salida, pero antes de bajar le doy una palmada en el hombro a Michael —excelente vuelo. — halago.
—Un placer señor Montenegro. —
—Regresare a New York en una semana, mientras tanto disfruten de sus días libres. — informo antes de bajar.
—Cuando guste estaremos listos para llevarlo a su casa. — me deja saber amablemente y simplemente sonrió.
Es poner un pie en la escalera del avión y sentir el aire seco y caluroso de la ciudad de Las Vegas en mi rostro, rápidamente abro los primeros botones de mi camisa y termino de bajar para encontrarme con una mujer muy elegante de cabello castaño, ojos profundos del mismo color y porte de modelo esperándome.
—Señor Montenegro, bienvenido a la ciudad de Las Vegas. — me dice mirándome fijamente.
—Muchas gracias, ¿y tu eres? — cuestiono mirándola con atención.
—Julieta Montiel, Anfitriona ejecutiva de los hoteles y casinos G.M.S. — me explica y una vez que termino de bajar la escalera y estoy frente a ella la miro detenidamente.
—Muchas gracias, pero no necesito una escort. — informo y su mirada cambia de repente.
—Señor Montenegro, le informo que no soy una escort, ni dama de compañía, ni prostituta, si eso es lo que cree. — refuta algo enfadada.
«Tiene carácter…» pienso mientras la miro a los ojos.
—¿Y entonces cuál es tu rol? — indago.
—Hacerle pasar la mejor estadía posible, le ayudare con sus reservaciones, lo llevare a los mejores casinos G.M.S., si gusta participar en torneos de Póker con gusto puedo inscribirlo y si en algún momento desea una compañía femenina, también puedo arreglar eso. — me explica como toda una profesional.
—El último punto no será necesario, estoy en contra de las personas que pagan por sexo. — informo y por primera vez me sonríe.
—Perfecto. — se limita a responder.
—¿Y puedo saber quién te envía? — averiguo con dudas.
—El señor Fernando Castillo, me pidió específicamente que hiciera mi mejor trabajo. — responde.
—Dígale al señor Castillo que muchísimas gracias, pero que no es necesario y que esto no cambiara en absoluto mi decisión en cuanto a las inversiones que hago con ellos. — sentencio y continúo caminando hacia la limusina que espera por mí.
—¡Señor Montenegro! — me grita la chica.
Respiro profundo, me doy la vuelta y la miro —¿Qué? — pregunto de mala gana.
—Si no hago mi trabajo, me despedirán, por favor, permítame hacer que tenga la mejor estadía de toda su vida aquí. — insiste.
Pienso por un instante en sus palabras y no quiero parecer un déspota. —esta bien. — respondo finalmente —solo te aclaro que no quiero sugerencias de shows, conciertos ni mucho menos de restaurantes. — explico.
Ella rápidamente saca una Tablet de su bolso y hace unas anotaciones —apuntado, ¿algo más? — me cuestiona.
—No dirás ni una sola palabra cuando este sentado en alguna mesa jugando. — añado.
—Perfecto. —
—Solo tú, no quiero a ninguna otra persona merodeando, eso incluye al señor Castillo, no estoy aquí por negocios. — indico.
—Se lo dejare saber. — dice mientras sigue anotando.
—Si harás este trabajo, tiene que ser de manera exclusiva. — informo y me mira confundida.
—¿Y cómo sería eso? — pregunta finalmente y sonrió.
—El día empieza a las 8:00am y termina cuando yo lo diga. — No dice nada, solo anota y si, si ella quiere hacer esto, será a mi manera —es mejor que te quedes en el hotel donde me voy a quedar, será mas simple. —
—Eso ya está contemplado, el señor Castillo aparto una de las habitaciones cerca de la de usted para mí. — explica.
—Perfecto, en tal caso, vamos entonces. — respondo finalmente.
—Lo veré allí. — dice y tiene la intención de irse, pero niego.
—24/7 señorita Montiel. — informo y le hago una seña para que suba a la limusina.
—Como guste señor Montenegro. — responde y sin más quejas sube a la limusina. Subo después de ella y el chofer de inmediato arranca para ir hacia el hotel.
Últimos capítulos
Te podría gustar 😍
Regla número 1 - Sin Compañeros
«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».
Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.
Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.
«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».
Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.
Especialmente, regla número uno: No hay amigos
Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.
Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?
Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres.
Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Mimada por multimillonarios tras ser traicionada
Emily y su multimillonario esposo estaban en un matrimonio contractual; ella esperaba ganarse su amor a través del esfuerzo. Sin embargo, cuando su esposo apareció con una mujer embarazada, ella se desesperó. Después de ser expulsada, Emily, sin hogar, fue acogida por un misterioso multimillonario. ¿Quién era él? ¿Cómo conocía a Emily? Y lo que es más importante, Emily estaba embarazada.
La Redención de la Ex-Esposa: Un Amor Renacido
El dolor de mi embarazo fuera del matrimonio es una herida de la que nunca puedo hablar, ya que el padre del niño desapareció sin dejar rastro. Justo cuando estaba a punto de quitarme la vida, Henry apareció, ofreciéndome un hogar y prometiendo tratar a mi hijo sin padre como si fuera suyo.
Siempre le he estado agradecida por salvarme ese día, por eso he soportado la humillación de este matrimonio desigual durante tanto tiempo.
Pero todo cambió cuando su antigua llama, Isabella Scott, regresó.
Ahora, estoy lista para firmar los papeles del divorcio, pero Henry exige diez millones de dólares como precio de mi libertad—una suma que nunca podría reunir.
Lo miré a los ojos y dije fríamente—Diez millones de dólares para comprar tu corazón.
Henry, el heredero más poderoso de Wall Street, es un ex paciente cardíaco. Nunca sospechará que su llamada ex esposa vergonzosa orquestó el corazón que late en su pecho.
Una Reina de Hielo en Venta
Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Jackson Johnson
Niñera para el jefe de la mafia
Emplea a la joven Victoria para que cuide a su hijo. Después de pasar una noche de borrachera juntos, está embarazada de él.
Sus vidas están entrelazadas ahora y terminan en un matrimonio sin amor. Ella encuentra consuelo en los brazos de otro.
Lee para descubrir qué sucede cuando la niñera y la esposa del jefe de la mafia llevan al enemigo directamente a la puerta de su casa.
Cicatrices
Amelie solo quería vivir una vida sencilla fuera del foco de atención de su linaje alfa. Sintió que tenía eso cuando encontró a su primer compañero. Después de años juntos, su pareja no era el hombre que decía ser. Amelie se ve obligada a realizar el ritual de rechazo para hacerse sentir. Su libertad tiene un precio, uno de los cuales es una fea cicatriz negra.
«¡Nada! ¡No hay nada! ¡Tráela de vuelta!» Grito con cada parte de mi ser. Lo supe antes de que dijera nada. La sentí en mi corazón despedirse y soltarla. En ese momento, un dolor inimaginable se apoderó de mi corazón.
Alpha Gideon Alios pierde a su pareja, en el que debería ser el día más feliz de su vida, el nacimiento de sus gemelos. Gideon no tiene tiempo para llorar, se queda sin pareja, solo y es padre recién soltero de dos hijas pequeñas. Gideon no deja que su tristeza se manifieste como si fuera una muestra de debilidad, y es el Alfa de la Guardia Durit, el ejército y brazo investigador del Consejo; no tiene tiempo para la debilidad.
Amelie Ashwood y Gideon Alios son dos hombres lobo rotos a los que el destino ha torcido. Esta es su segunda oportunidad de amar, ¿o es la primera? Cuando estos dos compañeros predestinados se unen, siniestros complots cobran vida a su alrededor. ¿Cómo se unirán para mantener a salvo lo que consideran lo más preciado?
Juego del Destino
Cuando Finlay la encuentra, ella está viviendo entre humanos. Él está cautivado por la obstinada loba que se niega a reconocer su existencia. Puede que no sea su compañera, pero él quiere que sea parte de su manada, lobo latente o no.
Amie no puede resistirse al Alfa que entra en su vida y la arrastra de vuelta a la vida de manada. No solo se encuentra más feliz de lo que ha estado en mucho tiempo, su lobo finalmente viene a ella. Finlay no es su compañero, pero se convierte en su mejor amigo. Juntos, con los otros lobos principales de la manada, trabajan para crear la mejor y más fuerte manada.
Cuando llega el momento de los juegos de la manada, el evento que decide el rango de las manadas para los próximos diez años, Amie necesita enfrentarse a su antigua manada. Cuando ve al hombre que la rechazó por primera vez en diez años, todo lo que pensaba que sabía se pone patas arriba. Amie y Finlay necesitan adaptarse a la nueva realidad y encontrar un camino hacia adelante para su manada. Pero, ¿los separará esta nueva situación?
Solo medio muerto
Estaba decidida a odiar al hombre con el que había estado prometida. ¡Decidido a matarlo por haberla secuestrado!
Hasta que lo conoció.
El hombre era tan exasperante y chovinista como devastadoramente hermoso y poderoso.
Kamilla no sabía qué hacer. No esperaba sentirse tan impotente ante el vínculo que los unía, ni esperaba desearlo. Kamilla menos esperaba que el poderoso Rey Vampiro pudiera necesitar alguna vez la ayuda de su pequeño yo mitad vampiro.
Pero en el momento en que Viktor parpadeó con esos hipnóticos ojos y Kamilla vio cómo de repente se convertía en un hombre diferente ante sus ojos, se dio cuenta de dos cosas. Uno: Sí, los vampiros pueden tener múltiples trastornos de personalidad. Dos: Viktor la necesitaba incluso más de lo que necesitaba sus malditas alas de murciélago.
Mis Gemelos Alfa Posesivos Para Pareja
Hilos del Destino
Tengo magia, tal como mostraron las pruebas, pero nunca se ha alineado con ninguna especie mágica conocida.
No puedo respirar fuego como un Cambiante dragón, ni lanzar maldiciones a las personas que me molestan como las Brujas. No puedo hacer pociones como una Alquimista ni seducir a la gente como una Súcubo. No quiero parecer desagradecida con el poder que tengo; es interesante y todo eso, pero realmente no tiene mucho impacto y, la mayor parte del tiempo, es prácticamente inútil. Mi habilidad mágica especial es la capacidad de ver hilos del destino.
La mayor parte de la vida es lo suficientemente molesta para mí, y lo que nunca se me ocurrió es que mi pareja es un grosero y pomposo incordio. Es un Alfa y el hermano gemelo de mi amigo.
“¿Qué estás haciendo? ¡Este es mi hogar, no puedes entrar así!” Intento mantener mi voz firme, pero cuando se da la vuelta y me fija con sus ojos dorados, me echo atrás. La mirada que me lanza es imperiosa y automáticamente bajo los ojos al suelo, como es mi costumbre. Luego me obligo a mirar de nuevo hacia arriba. Él no se da cuenta de que lo estoy mirando porque ya ha desviado la mirada de mí. Está siendo grosero, me niego a mostrar que me está asustando, aunque definitivamente lo está haciendo. Echa un vistazo alrededor y, al darse cuenta de que el único lugar donde sentarse es la pequeña mesa con sus dos sillas, señala hacia ella.
“Siéntate.” me ordena. Lo miro con desprecio. ¿Quién se cree para darme órdenes así? ¿Cómo puede alguien tan obnoxioso ser mi alma gemela? Tal vez todavía estoy dormida. Me pellizco el brazo y mis ojos se humedecen un poco por el escozor del dolor.