Capítulo 77. La traición olía a pólvora.

Izan

El despacho olía a tabaco, a whisky caro, a mentiras baratas y frustración. Estaba sentado, con los codos apoyados sobre el escritorio y el rostro entre las manos. Había perdido la cuenta de cuántas veces había repasado cada decisión. Cada palabra. Cada gesto que pudo haberlo cambiado todo....

Inicia sesión y continúa leyendo