Capítulo 25 El amanecer de la armonía

El mundo estalló en luz. No fue un destello cegador, sino una inundación de claridad que lo envolvía todo, disolviendo los límites entre el cuerpo y el alma, entre la luz y la oscuridad. Ya no sentía la piedra bajo mis pies ni el aire en mis pulmones. Solo sentía… existencia. Pura, vibrante, infi...

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