NovelaGO
Luna de sangre

Luna de sangre

David Campo · En curso · 33.7k Palabras

550
Tendencia
550
Vistas
0
Agregado
Agregar a estante
Comenzar a leer
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

Elara, una estudiante universitaria que lucha por salir adelante, descubre que es un omega lobuna, una figura rara y codiciada en la sociedad secreta de hombres lobo. Cuando su sangre se despierta durante la Luna de Sangre, se convierte en el centro de una guerra entre dos facciones lobunas. Kael, el poderoso Alfa que la rescata, siente una conexión primal con ella, pero su protección viene con un precio: debe elegir entre su humanidad y un destino que podría destruirla o elevarla. Mientras fuerzas oscuras se ciernen sobre Blackwood, Elara deberá descubrir la verdad sobre su linaje y decidir en quién confiar, cuando cada elección podría costarle no solo su corazón, sino su vida.

Capítulo 1

Mi nombre es Elara, y el miedo ha sido mi compañero de cuarto más constante que los libros de texto y la ropa barata. A los veinte años, ya sabía que el mundo no era justo, pero la universidad de Blackwood, con sus torres góticas que arañaban un cielo perpetuamente gris, era mi billete de oro para escapar. O eso creía.

La lluvia, fina y persistente, empapaba mi vieja chaqueta mientras salía de la biblioteca, el último refugio caliente antes de enfrentarme a la caminata de regreso a mi apartamento en la parte menos glamorosa de la ciudad. El aire olía a tierra mojada, a asfalto limpio y a algo más… algo salvaje y eléctrico que no supe identificar. Apreté el paso, la mochila cargada de sueños y deudas pesando como una losa sobre mis hombros.

Mi vida era un equilibrio precario: clases de literatura por la mañana, turnos en “La Guarida”, un café de dudosa reputación, por las tardes, y noches enteras estudiando para mantener la beca que era mi única cuerda de salvación. Mi pasado, una madeja de hogares de acogida y promesas rotas, era un fantasma que me mordía los talones. Pero yo era buena esquivando fantasmas.

Doblé la esquina hacia el callejón que acortaba el camino, una ruta que sabía peligrosa pero que me ahorraba diez minutos preciosos. La luz del farol parpadeaba, luchando por mantenerse viva. Fue entonces cuando lo escuché. Un ruido. No el susurro de la lluvia, sino algo más pesado, más deliberado. El sonido de pisadas que no intentaban ser silenciosas.

Mi corazón se convirtió en un pájaro aterrorizado enjaulado en mis costillas. Respiré hondo, el aire frío quemándome los pulmones, y aceleré. Las pisadas detrás de mí hicieron lo mismo. Más rápidas. Más cerca.

“No pares, Elara”, me ordené a mí misma. Pero mis piernas, cansadas de correr toda la vida, empezaban a flaquear.

Una mano enorme y áspera me agarró del brazo, tirando de mí con una fuerza brutal hacia la penumbra entre dos contenedores de basura. El olor a sudor barato y alcohol me envolvió.

—¿Tan rápido, preciosa? —una voz áspera, como grava, susurró cerca de mi oído—. Solo queremos charlar.

Eran dos. Sus caras eran manchas borrosas y amenazadoras en la oscuridad. Forcejeé, la adrenalina anulando el cansancio, pero el que me sujetaba era demasiado fuerte. Su risa era un eco de todas las pesadillas que había tenido.

—Suéltame —dije, con una voz que esperaba fuera firme, pero que sonó quebrada por el pánico.

—¿O qué? —escupió el otro, acercándose—. ¿Vas a llorar?

El miedo se solidificó en mi garganta. Esto no podía acabar así. No después de haber llegado tan lejos. Cerrando los ojos, preparé un grito, una última defensa desesperada.

Pero el grito nunca salió.

Un nuevo sonido cortó la noche, tan primitivo y profundo que sentí que me helaba la sangre. Un gruñido. No era de un perro, ni de ningún animal que hubiera escuchado antes. Era un sonido que prometía violencia absoluta, que hablaba de dientes y garras y una furia ancestral.

Los hombres que me sujetaban se quedaron paralizados. Sus manos me soltaron de repente.

—¿Qué demonios…? —masculló uno, su voz temblorosa.

Desde el otro extremo del callejón, una figura emergió de las sombras. Era masiva, no solo alta, sino ancha, imponente. No podía distinguir sus rasgos, solo una silueta recortada contra la tenue luz de la farola, pero sentí su presencia como un golpe físico. El aire a mi alrededor cambió, se volvió pesado, cargado con una energía salvaje que hacía que los pelos de mi nuca se erizaran.

—Lárguense —dijo la figura. Su voz no era un grito, sino una orden baja y gutural que resonó en mis huesos. Era la voz de alguien acostumbrado a ser obedecido. Llevaba una elegancia innata, incluso en la furia.

Los dos matones no lo pensaron dos veces. Soltaron una retahíla de maldiciones y salieron corriendo del callejón, sus pisadas apresuradas mezclándose con el golpeteo de la lluvia.

Yo me quedé allí, temblando, apoyada contra la fría pared de ladrillo, incapaz de moverme. La figura se volvió hacia mí. Lentamente, como si no quisiera asustarme. Un rayo de luz de la farola iluminó parte de su rostro.

Dios mío.

Era… impactante. No era convencionalmente guapo; era algo más. Su rostro era una colección de ángulos duros y una mandíbula fuerte, con una barba de varios días que le daba un aire peligroso. Su cabello, oscuro y ligeramente ondulado, estaba mojado por la lluvia. Pero eran sus ojos lo que me mantuvo cautiva. De un gris plateado, como el cielo antes de una tormenta, brillaban con una intensidad casi sobrenatural. Me miraban con una mezcla de curiosidad y algo que parecía… reconocimiento. Eso no tenía sentido.

—¿Estás bien? —preguntó. Su voz era más suave ahora, pero no perdía ese tono de autoridad.

Asentí, incapaz de formar palabras. Mi brazo, donde el hombre me había agarrado, me latía con dolor. Él se acercó un paso más, y un aroma me llegó, superponiéndose al olor de la basura y la lluvia. Olía a bosque profundo, a tormenta, a poder y a algo indescriptiblemente masculino. Era embriagador.

—No deberías andar por aquí sola —dijo, su mirada escudriñando mi rostro, bajando hasta mi cuello, donde mi pulso debía estar palpitando de forma visible.

—No… no tenía opción —logré balbucear, encontrando por fin mi voz—. Gracias.

Él asintió, lentamente. Sus ojos grises parecían ver a través de mi chaqueta mojada, de mi fachada de estudiante fuerte, directamente hacia el núcleo de miedo y soledad que llevaba dentro.

—Elara —susurró, y un escalofrío me recorrió la espalda. Él no debería saber mi nombre.

—¿Cómo…?

—Vete a casa —interrumpió, su voz de nuevo una orden suave pero firme—. Ahora. La tormenta empeorará.

Antes de que pudiera preguntar, antes de que mi cerebro confundido pudiera procesar cómo un extraño conocía mi nombre o por qué su sola presencia hacía que mi piel se erizara de una manera que no era completamente por miedo, un ruido procedente de la parte más oscura del callejón lo alertó. Su cuerpo se tensó, como el de un depredador que ha detectado una presa. Sus ojos se apartaron de mí por un segundo, y en ellos vi un destello de oro, un brillo animal que no podía ser humano.

—Ve —repitió, y esta vez había una urgencia en su tono que no admitía discusión.

Di un paso atrás, luego otro. Mis piernas obedecían por instinto. Él se giró, alejándose de mí, adentrándose en la oscuridad de la que había surgido, su silueta masiva moviéndose con una gracia felina que era aterradora y fascinante a partes iguales.

Corrí. Corrí como si mi vida dependiera de ello, que probablemente era el caso. La lluvia me azotaba el rostro, mezclándose con las lágrimas de adrenalina y confusión que finalmente escapaban. No me detuve hasta llegar a la puerta de mi pequeño apartamento, jadeando, con el corazón martilleándome en el pecho.

Una vez dentro, me apoyé contra la puerta, cerrando los ojos. Lo único que podía ver era su rostro, duro y perfecto. Lo único que podía oler era ese aroma a tormenta y bosque. Lo único que podía sentir era el eco de su voz diciendo mi nombre.

¿Quién era? ¿Por qué me había ayudado? Y lo más inquietante, ¿por qué, en medio del terror, su proximidad había despertado en mí una chispa de algo completamente distinto, algo caliente, prohibido y peligrosamente atractivo?

Miré por la mirilla de mi puerta, hacia el pasillo vacío y mal iluminado. La tormenta rugía fuera, tal como él había predicho. Y en ese momento, supe que mi vida, mi cuidadosamente construida y precaria vida, había cambiado para siempre. Algo me acechaba en la noche de Blackwood, algo que no era completamente humano. Y esa cosa, quienquiera que fuera, ahora conocía mi nombre.

La última pregunta, la que hizo que un nuevo tipo de temor, más profundo y complejo, se instalara en mi vientre, surgió justo antes de que me durmiera, exhausta: ¿Había sido yo la presa de esos hombres en el callejón, o me había convertido en la presa de algo infinitamente más poderoso?

El aire en mi pequeño apartamento todavía olía a lluvia y, muy débilmente, a él.

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

Fuera de Límites, Mejor Amigo del Hermano

2.1m Vistas · En curso · Oguike Queeneth
—Estás tan mojada. —Me mordió la piel y me levantó para hundirme en su longitud.

—Vas a tomar cada pulgada de mí. —Susurró mientras empujaba hacia arriba.

—Joder, te sientes tan jodidamente bien. ¿Es esto lo que querías, mi polla dentro de ti? —Preguntó, sabiendo que lo había estado tentando desde el principio.

—S..sí —jadeé.


Brianna Fletcher había estado huyendo de hombres peligrosos toda su vida, pero cuando tuvo la oportunidad de quedarse con su hermano mayor después de graduarse, allí conoció al más peligroso de todos. El mejor amigo de su hermano, un Don de la mafia. Él irradiaba peligro, pero ella no podía mantenerse alejada.

Él sabe que la hermanita de su mejor amigo está fuera de límites y, sin embargo, no podía dejar de pensar en ella.

¿Podrán romper todas las reglas y encontrar consuelo en los brazos del otro?
Mi Luna Marcada

Mi Luna Marcada

747.9k Vistas · Completado · Sunshine Princess
—¿Vas a seguir desobedeciéndome? —pregunta, su mirada fría y dura.
—Sí.
Exhala, levanta su mano y la baja para abofetear mi trasero desnudo de nuevo... más fuerte que antes. Gimo por el impacto. Duele, pero es tan excitante y sexy.
—¿Lo harás de nuevo?
—No.
—¿No, qué?
—No, Señor.
—Buena chica —acerca sus labios para besar mi trasero mientras lo acaricia suavemente—.
—Ahora, voy a follarte —me sienta en su regazo en una posición de monta. Nos miramos a los ojos. Sus largos dedos encuentran el camino hacia mi entrada e insertan sus dedos.
—Estás empapada por mí, nena —dice complacido. Mueve sus dedos dentro y fuera, haciéndome gemir de placer.
—Hmm —pero de repente, se van. Lloro mientras deja mi cuerpo ansiando por él. Cambia nuestra posición en un segundo, así que estoy debajo de él. Mi respiración es superficial y mis sentidos incoherentes mientras anticipo su dureza en mí. La sensación es fantástica.
—Por favor —suplico. Lo quiero. Lo necesito tanto.
—Entonces, ¿cómo te gustaría venirte, nena? —susurra.
¡Oh, diosa!


La vida de Apphia es dura, desde ser maltratada por los miembros de su manada hasta que su compañero la rechaza brutalmente. Está sola. Golpeada en una noche difícil, conoce a su segunda oportunidad de compañero, el poderoso y peligroso Alfa Lycan, y vaya que le espera la aventura de su vida. Sin embargo, todo se complica cuando descubre que no es una loba común. Atormentada por la amenaza a su vida, Apphia no tiene otra opción que enfrentar sus miedos. ¿Podrá Apphia derrotar la iniquidad que amenaza su vida y finalmente ser feliz con su compañero? Sigue para más.
Advertencia: Contenido maduro.
El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

El Deseo Prohibido del Rey Licántropo

1.1m Vistas · En curso · Esther Olabamidele
—Mátala y quema su cuerpo.

Esas palabras salieron cruelmente de la lengua de mi destinado—MI COMPAÑERO.

Él robó mi inocencia, me rechazó, me apuñaló y ordenó que me mataran en nuestra noche de bodas. Perdí a mi loba, dejada en un reino cruel para soportar el dolor sola...

Pero mi vida dio un giro esa noche—un giro que me arrastró al peor infierno posible.

Un momento, era la heredera de mi manada, y al siguiente—era una esclava del despiadado Rey Lycan, que estaba al borde de perder la cordura...

Frío.

Mortal.

Implacable.

Su presencia era el infierno mismo.

Su nombre un susurro de terror.

Juró que yo era suya, deseada por su bestia; para satisfacerlo incluso si me rompe

Ahora, atrapada en su mundo dominante, debo sobrevivir a las oscuras garras del Rey que me tenía bajo su control.

Sin embargo, dentro de esta oscura realidad, yace un destino primitivo....
De Mejor Amigo a Prometido

De Mejor Amigo a Prometido

695.4k Vistas · En curso · Page Hunter
Savannah Hart pensó que había superado a Dean Archer —hasta que su hermana, Chloe, anunció que se casaba con él. El mismo hombre que Savannah nunca dejó de amar. El hombre que la dejó con el corazón roto… y que ahora pertenece a su hermana.

Una semana de boda en New Hope. Una mansión llena de invitados. Y una dama de honor muy resentida.

Para sobrevivir, Savannah lleva una cita —su encantador y pulcro mejor amigo, Roman Blackwood. El único hombre que siempre la ha apoyado. Le debe un favor, y fingir ser su prometido? Fácil.

Hasta que los besos falsos empiezan a sentirse reales.

Ahora Savannah está dividida entre mantener la farsa… o arriesgarlo todo por el único hombre del que nunca debió enamorarse.
Dura en Disfraz

Dura en Disfraz

1.5m Vistas · Completado · Sherry
—Todos fuera—ordené entre dientes—. Ahora.

—Jade, necesito revisar tu—comenzó la enfermera.

—¡FUERA!—gruñí con tanta fuerza que ambas mujeres retrocedieron hacia la puerta.

Una vez temida por la Organización Sombra que me drogó para replicar mis habilidades en una versión más controlable, había escapado de mis ataduras y detonado toda su instalación, lista para morir junto a mis captores.

En cambio, desperté en la enfermería de una escuela con mujeres discutiendo a mi alrededor, sus voces perforando mi cráneo. Mi estallido las congeló de shock—claramente no esperaban tal reacción. Una mujer amenazó mientras se iba—Discutiremos esta actitud cuando llegues a casa.

La amarga verdad es que he renacido en el cuerpo de una chica de secundaria con sobrepeso, débil y supuestamente tonta. Su vida está llena de acosadores y verdugos que han hecho su existencia miserable.

Pero no tienen idea de con quién están tratando ahora.

No sobreviví como la asesina más letal del mundo permitiendo que alguien me pisoteara. Y ciertamente no voy a empezar ahora.
Yo y Mi Esposo Multimillonario

Yo y Mi Esposo Multimillonario

580.6k Vistas · Completado · Jady-J
Aurora, una vez conocida como la mejor asesina, renace en la familia Pendleton como la hija menos favorecida y más ridiculizada. ¿Sobrepeso? No hay problema, ¡nunca es tarde para perder peso! ¿Débil e impotente? No te preocupes, ¡nunca es tarde para levantarse! ¿Tímida y fácilmente acosada? No importa, ¡ahora es el momento de transformarse en una reina astuta!
Después de lidiar con hombres indignos y mujeres despreciables, Aurora está lista para vivir su vida libremente y sin disculpas. Pero el distante y misterioso Heath se acerca con una pregunta que lo cambia todo:
—¿Cuándo nos casamos?
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

5.3m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Perfecto bastardo

Perfecto bastardo

5.8m Vistas · En curso · Mary D. Sant
Él levantó mis brazos, inmovilizando mis manos sobre mi cabeza.

—Dime que no te acostaste con él, maldita sea —exigió entre dientes apretados.

—¡Vete al diablo, hijo de puta! —le respondí, intentando liberarme.

—¡Dilo! —gruñó, usando una mano para sujetar mi barbilla.

—¿Crees que soy una zorra?

—¿Entonces es un no?

—¡Vete al infierno!

—Bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar —dijo, levantando mi top negro con una mano, exponiendo mis pechos y enviando una oleada de adrenalina a través de mi cuerpo.

—¿Qué demonios estás haciendo? —jadeé mientras él miraba mis pechos con una sonrisa satisfecha.

Pasó un dedo sobre una de las marcas que había dejado justo debajo de uno de mis pezones.

¿El bastardo estaba admirando las marcas que me había dejado?

—Envuélveme con tus piernas —ordenó.

Se inclinó lo suficiente como para tomar mi pecho en su boca, chupando con fuerza un pezón. Me mordí el labio inferior para ahogar un gemido mientras él mordía, haciéndome arquear el pecho hacia él.

—Voy a soltar tus manos; no te atrevas a intentar detenerme.



Bastardo, arrogante y completamente irresistible, el tipo exacto de hombre con el que Ellie juró que nunca volvería a involucrarse. Pero cuando el hermano de su amiga regresa a la ciudad, se encuentra peligrosamente cerca de sucumbir a sus deseos más salvajes.

Ella es irritante, inteligente, sexy, completamente loca, y también está volviendo loco a Ethan Morgan.

Lo que comenzó como un simple juego ahora lo atormenta. No puede sacarla de su cabeza, pero nunca permitirá que nadie entre en su corazón de nuevo.

Incluso cuando ambos luchan con todas sus fuerzas contra esta ardiente atracción, ¿podrán resistirse?
Placeres culposos

Placeres culposos

641.9k Vistas · En curso · Isabella
—¡Joder! Que apretada estás …— Espeto agitado por atravesarme con su 18 cm. Mientras yo me mantengo calmada, suficientemente mojada y excitada para soportarlo.— ¡Oh, demonios! Eres señorita, eso sí que es una sorpresa bomboncito, pero no te preocupes, lo haré inolvidable.


¿Todo ha sido un error? ¿O quizás solo parte del destino? La ida por un vaso de agua, resultó en el inicio de un deseo culposo con consecuencias irreversibles.

Soy Erika Martín de 21 años, soy una latina, proveniente de Venezuela, me mudé de mi país buscando el sueño Americano ante una oportunidad de empleo como servicio doméstico en la mansión uzcategui, sin saber que mi destino cambiaría por completo, al conocer a Alejandro Uzcategui, el heredero y magnate de negocios más prestigioso dela ciudad, con una ciudad tan grande y él puso sus ojos en mi, su humilde y tímida empleada, que no sabe decirle que no, todo con él era perfecto, pero él tiene dos grandes defectos, es casado y jodidamente posesivo, me llama bomboncito y me reclama como suya. Estoy locamente enamorada de él y temo por la repercusiones de lo que vendrá, ya que se que no me dejará escapar, menos cuando sepa mi gran secreto.
Accardi

Accardi

429.9k Vistas · Completado · Allison Franklin
Él bajó sus labios hasta su oído.

—Te costará algo —susurró antes de tirar de su lóbulo con los dientes.

Sus rodillas temblaron y, si no fuera por su agarre en su cadera, habría caído. Él empujó su rodilla entre sus muslos como un soporte secundario en caso de que decidiera necesitar sus manos en otro lugar.

—¿Qué quieres? —preguntó ella.

Sus labios rozaron su cuello y ella gimió mientras el placer que sus labios provocaban se hundía entre sus piernas.

—Tu nombre —exhaló él—. Tu verdadero nombre.

—¿Por qué es importante? —preguntó ella, revelando por primera vez que su corazonada era correcta.

Él se rió contra su clavícula.

—Para saber qué nombre gritar cuando vuelva a entrar en ti.


Genevieve pierde una apuesta que no puede pagar. Como compromiso, acepta convencer a cualquier hombre que su oponente elija para que se vaya a casa con ella esa noche. Lo que no se da cuenta cuando el amigo de su hermana señala al hombre taciturno sentado solo en el bar, es que ese hombre no se conformará con solo una noche con ella. No, Matteo Accardi, Don de una de las pandillas más grandes de la ciudad de Nueva York, no hace encuentros de una sola noche. No con ella, de todos modos.
La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

La Pequeña Pareja de Alfa Nicholas

341.9k Vistas · En curso · Becky j
—¡El compañero está aquí!
¿Qué? No—espera… oh Diosa Luna, no.
Por favor, dime que estás bromeando, Lex.
Pero no lo está. Puedo sentir su emoción burbujeando bajo mi piel, mientras que todo lo que siento es pavor.
Doblamos la esquina y el aroma me golpea como un puñetazo en el pecho—canela y algo increíblemente cálido. Mis ojos recorren la habitación hasta que se posan en él. Alto. Imponente. Hermoso.
Y luego, tan rápido como… me ve.
Su expresión se tuerce.
—Joder, no.
Se da vuelta—y corre.
Mi compañero me ve y corre.

Bonnie ha pasado toda su vida siendo destruida y abusada por las personas más cercanas a ella, incluida su propia hermana gemela. Junto a su mejor amiga Lilly, que también vive una vida de infierno, planean escapar mientras asisten al baile más grande del año que está siendo organizado por otra manada, solo que las cosas no salen como planeaban, dejando a ambas chicas sintiéndose perdidas e inseguras sobre su futuro.

El Alfa Nicholas tiene 28 años, sin compañera, y no tiene planes de cambiar eso. Este año le toca organizar el Baile Anual de la Luna Azul y lo último que espera es encontrar a su compañera. Lo que espera aún menos es que su compañera sea 10 años menor que él y cómo su cuerpo reacciona ante ella. Mientras intenta negarse a reconocer que ha encontrado a su compañera, su mundo se pone patas arriba después de que los guardias atrapan a dos lobas corriendo por sus tierras.

Una vez que las traen ante él, se encuentra nuevamente frente a su compañera y descubre que ella esconde secretos que lo harán querer matar a más de una persona.
¿Podrá superar sus sentimientos hacia tener una compañera y una que es tan joven? ¿Su compañera lo querrá después de sentir el dolor de su rechazo no oficial? ¿Podrán ambos trabajar en dejar atrás el pasado y avanzar juntos o tendrá el destino otros planes y los mantendrá separados?
Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

Le Di una Bofetada a Mi Prometido—Luego Me Casé con su Némesis Multimillonario

314.2k Vistas · En curso · Jessica C. Dolan
Ser el segundo mejor está prácticamente en mi ADN. Mi hermana recibió el amor, la atención, el protagonismo. Y ahora, incluso su maldito prometido.

Técnicamente, Rhys Granger era mi prometido ahora—millonario, increíblemente atractivo y un sueño húmedo de Wall Street. Mis padres me empujaron hacia el compromiso después de que Catherine desapareciera, y honestamente? No me importó. Había estado enamorada de Rhys durante años. Esta era mi oportunidad, ¿verdad? ¿Mi turno de ser la elegida?

Error.

Una noche, me abofeteó. Por una taza. Una estúpida, rota y fea taza que mi hermana le dio hace años. Fue entonces cuando me di cuenta—él no me amaba. Ni siquiera me veía. Solo era un reemplazo cálido para la mujer que realmente quería. Y aparentemente, ni siquiera valía tanto como una taza de café glorificada.

Así que lo abofeteé de vuelta, lo dejé y me preparé para el desastre—mis padres perdiendo la cabeza, Rhys teniendo una rabieta de millonario, su aterradora familia planeando mi prematura desaparición.

Obviamente, necesitaba alcohol. Mucho alcohol.

Entra él.

Alto, peligroso, injustamente atractivo. El tipo de hombre que te hace querer pecar solo por existir. Lo había conocido solo una vez antes, y esa noche, él simplemente estaba en el mismo bar que mi yo borracha y compadeciéndose de sí misma. Así que hice lo único lógico: lo arrastré a una habitación de hotel y le arranqué la ropa.

Fue imprudente. Fue estúpido. Fue completamente desaconsejado.

Pero también fue: El. Mejor. Sexo. De. Mi. Vida.

Y, como resultó, la mejor decisión que había tomado.

Porque mi aventura de una noche no es solo un tipo cualquiera. Es más rico que Rhys, más poderoso que toda mi familia, y definitivamente más peligroso de lo que debería estar jugando.

Y ahora, él no me va a dejar ir.