Capítulo 127: Lo que permanece

La noche había caído hace rato, pero yo seguía despierta. No era raro; desde que Aurora nació, el sueño se volvió un lujo irregular. Sin embargo, esa noche no era la maternidad lo que me mantenía con los ojos abiertos, sino la conversación muda que no lograba callar dentro de mi cabeza.

Aurora dormí...

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