Capítulo 138: La Inauguración

El miércoles amaneció con una promesa de paz. El universo, al parecer, había decidido concederme una tregua: el cielo estaba despejado, el clima era templado y una tranquilidad extraña se había instalado en mi pecho, una sensación que hacía semanas no experimentaba. Aurora se despertó riéndose, Gabr...

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