Capítulo 43: Eligiendo un Hogar

El sonido del reloj en la pared de mi oficina, un suave y constante tictac, se sentía más fuerte de lo normal. La llamada de la noche anterior había dejado una quietud tensa en el aire, un eco de la batalla que se había librado y, para mi sorpresa, ganado. Me senté en mi silla, tal como Damián había...

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