Capítulo 66: La Intervención de las Reinas

La mañana siguiente amaneció gris y lluviosa, un reflejo perfecto del estado de mi alma. Empaqué un pequeño bolso en un silencio sepulcral. Damián no estaba en la habitación cuando desperté. Encontré una nota en su lado de la cama, escrita en su elegante y precisa caligrafía.

"He respetado tu decisi...

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