Capítulo 85: La Danza de los Pinceles

La llamada de Isabella fue un recordatorio helado de que nuestra victoria en la sala de juntas era solo una batalla ganada en una guerra mucho más grande. La calma que había sentido se evaporó, reemplazada por una tensión penetrante. Damián me miró, con una pregunta silenciosa en sus ojos. Asentí, d...

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