Capítulo 91 — Promesas y decisiones

Ana se quedó unos segundos más en la habitación, como queriendo retener el gesto glacial de Maximiliano, y un silencio denso quedó flotando en el cuarto. La luz de la mañana entraba a tiras por la cortina; el monitor marcaba el latido constante que confirmaba que, por ahora, la vida seguía su cur...

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