Capítulo 21 Capítulo veintiuno

Viernes por la noche

Bicky

Respiro hondo. ¡Tú puedes, mujer!

Mis manos tiemblan un poco cuando me pongo los pendientes, y no sé si es por ansiedad o por las ganas de que todo salga bien. Me observo otra vez, más detenidamente, y aquí estoy: yo, la misma que hace una semana no podía ni sost...

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