Carl Situ
Si la vida para Flora es muy difícil y complicada en ese momento de su vida, Emily vive una situación doblemente difícil y complicada.
Mientras atraviesa las puertas giratorias del edificio Emily se muerde fuertemente los labios para controlar las lágrimas de coraje que amenazan con derramarse por sus mejillas.
La super enfadada chica no quiere que Ryan la vea llorar esa noche.
Emily pone una sonrisa cansada en su rostro cuando llega hasta Ryan para saludarlo con un beso efímero en la mejilla.
Ryan observa la hora encendiendo su celular...
Es en verdad muy tarde para que la chica salga de trabajar!
"Emily realmente tienes un jefe tan obsesionado con el trabajo?"
"Es muy tarde para que los empleados trabajen a estas horas de la noche!"
Ryan no esta para nada contento porque Emily trabaje esas largas y extenuantes jornadas laborales.
El chico entonces nota algo en los labios de Emily cuando la observa bien...
Las marca en sus labios son recientes?
Porque se ve tan triste Emily?
Estaría solo cansada por su arduo trabajo?
O el semblante decaído de la chica se debe a algo más?
"No es eso Ryan."
"Tuvimos un imprevisto con un contrato y tuve que ayudar a solucionarlo de último minuto."
"Es todo lo que ocurrió."
Emily comenta sin expresar emoción alguna.
Ella esta respirando para tranquilizarse ya que Ryan no tiene culpa alguna de su reciente enfado contra ese maldito infeliz Edward Situ.
"Cuéntame, como has estado en estos días?"
"Cómo va tu empresa Ryan?"
Emily pregunta para cambiar el tema.
"He estado demasiado atareado con cosas legales e inversores."
"En verdad no sabía que era tanto trabajo, pero es gratificante sabes?"
"Espero consolidarla muy pronto."
Ryan se acerca a Emily para acariciarle los brazos.
Ella acepta sus mimos, pues su toque la relaja.
"Ya que esa es mi meta, debo trabajar más duro."
"Sin embargo no dejo de preocuparme por ti y tu padre quien aún está recuperándose en el hospital."
Ryan abraza a Emily por la cintura.
"Emily porque no has aceptado mis invitaciones a cenar?"
Cuestiona con tono dolido el guapísimo joven.
"Ryan, disculpame por favor."
"Tu mismo acabas de comprobar lo ocupada que estoy en estos días, al igual que tú."
Emily baja la cabeza recordando la mala jugada de Edward contra ella.
"Y temo que estaré aún más ocupada en los siguientes días."
Emily se cuestiona si puede decirle a Ryan el maldito chantaje al que Edward la esta sometiendo.
Pero...
Edward también amenazó con hacerle daño a él y a su recién establecida empresa si ella no se mantiene alejada de Ryan.
Ryan la ha ayudado demasiado.
Emily aún no ha podido pagarle nada de honorarios.
Aunque Ryan le aseguró que no le debía nada, Emily no quiere ser malagradecida con el chico.
Ella no quiere que Ryan piense que se está aprovechando de él.
"Emily?"
Ryan distrajo a la joven quien está perdida en sus pensamientos.
"Ryan, no te enfades conmigo, por favor, comprendeme."
"Se que dejaste muy claras tus intenciones pero en este momento de mi vida donde todo es tan..."
Ryan dejó muy claro sus intenciones de cortejarla hasta que fuera su novia por eso todos los días la invitaba a comer, a cenar, a a salir a divertirse juntos el fin de semana.
Pero ella debe rechazarlo por el bienestar del chico.
Emily no quiere que nada malo le pase a Ryan por culpa de su nuevo jefe y CEO, Edward Situ.
"Trataré de hacerme tiempo para vernos, te parece bien?"
Emily logra decir sin que su voz suene tan deprimida.
Ella baja la cabeza para disimular las lágrimas que estan a punto de salirle de sus pequeños ojos.
Porque?
Porque Emily no puede simplemente decirle que si a ese dulce hombre que la quiere de forma tan hermosa y sublime?
Porque la niña tiene que sufrir en silencio esa opresión en el pecho que le hace difícil respirar debido a la creciente ansiedad?
Emily mira hacía el edificio recordando el porque no puede decirle nada a Ryan.
"Comprendo perfectamente que estés ocupada Emily."
Ryan acomoda un mechón del suave cabello de Emily detrás de su oído.
"No te preocupes, no iré a ningún lado en un futuro cercano."
"Realmente solo quiero pasar tiempo a tu lado Emily."
"Aunque sea yendo juntos a visitar a tu padre al hospital."
Declara con una amable y gran sonrisa el chico.
"Ryan..."
"Porque eres tan amable conmigo?"
Cuestiona Emily mirando fijamente los hermosos ojos de su apuesto amigo.
Los ojos de Ryan sonrien y brillan de amor intenso por la niña.
"Ya sabes la respuesta Emily."
"Me gustas y quiero estar a tu lado en el momento que tú lo consideres más prudente."
"Dime qué aún estás considerando mi propuesta."
Emily observa detenidamente la única ventana iluminada en los pisos superiores.
Esa es la oficina del CEO de la empresa.
Emily distingue una masculina figura oscura de pie mirando fijamente hacia abajo mientras fuma.
Edward los ha estado observando todo ese tiempo!
Al no obtener respuesta, Ryan abre la puerta del pasajero de su Masserati negro última edición para que suba Emily.
Ella a toda prisa se desliza dentro para ambos puedan ponerse en marcha y dejar atrás la exasperante e intimidante visión de Edward.
"Informa al departamento de diseño que a partir de mañana trabajarán horas extras por tres meses."
"Si alguien se niega o se queja comenta que serán despedidos sin finiquito ni compensación alguna."
Edward hace su terrible declaración con voz aspera y arrogante.
Él está muy enfadado en verdad.
Carl, su primo permanece sentado en el lujoso sillón de la oficina de su primo Edward.
Carl recién llegó esa misma noche a la ciudad después de haber terminado una especialización en negocios en el extranjero.
Edward mira por el reflejo del enorme ventanal a su primo, quien es un par de años más joven que él.
Carl posee también ese aire de sofisticación y elegancia masculina que tanto distingue a los Situ.
Con el cabello oscuro perfectamente peinado, Carl es casi de la misma estatura que Edward.
Poseedor de una tez morena clara, ojos almendrados brillantes, labios rojos y carnosos, Carl es bastante guapo y agradable a la vista.
Sin embargo, no es tan guapo como su primo Edward.
Carl al igual que Edward posee un poderoso y delgado físico, aunque el chico no es tan musculoso como Edward.
La personalidad de Carl es mucho más cálida, amable y menos intimidante que la de Edward.
Su forma de ser es muy agradable.
Y sin embargo, las mujeres siempre han preferido a su arrogante, frío y altivo primo por encima de él.
"Primo, a qué se debe la repentina decisión?"
Cuestiona Carl a Edward antes de terminarse su vaso de fino whisky.
"En verdad quieres perder a tus valiosos empleados debido a esas jornadas extenuantes?"
Carl comenta al mismo tiempo que toma con sus manos los informes y estadísticas de cada departamento.
El departamento de diseño es, por mucho, el más productivo.
Además de que es el que menor tasa de errores y perdidas presenta de todos los demás departamentos.
"No discutas mis órdenes Carl."
"Solo haz lo que te ordeno."
Edward aparta la vista de la ventana para mirar de frente a su primo.
Exhala el humo que ha estado conteniendo en su boca de forma siniestra.
Edward vio a Emily correr fuera del edificio directo a los brazos de ese tal Ryan.
También vio a los dos charlando amenamente antes que abordaran el mediocre auto de ese hombre.
Edward incluso pudo observar, con toda claridad, que Emily permitió que ese estúpido Ryan la abrazara y acariciara!
Todo frente a su edificio!
Todo frente a él!
Incluso ella se mostró sumisa ante ese Ryan agachando la cabeza.
Edward quiere romperle el cuello a ese maldito Ryan Niam!
Pero a quien de verdad quiere castigar por sus errores es a Emily.
Le advertio que se mantuviera alejada de su nuevo amante.
Y sin embargo, ella lo desafió abiertamente.
Incluso se atrevió a dejar que la recogiera a la salida del trabajo!
"Creo que es hora de hacerle una advertencia más fuerte a esa tonta niña."
Piensa Edward mientras aprieta los puños dentro de los bolsillos del pantalón.
"Es todo por hoy Carl, puedes retirarte."
Carl deja los papeles en el escritorio de Edward antes de ir descansar a la villa Situ.
Edward se sienta en su sillón ideando la forma más correcta y placentera, para él claro está, de castigar a esa desobediente Emily.
Al siguiente día ninguno de los empleados del departamento de diseño puede creer lo que escucha.
Reunidos frente a Carl, el nuevo asistente de CEO, hombres y mujeres escuchan la nueva orden.
Con una voz firme y hermosa Carl les comunica que el CEO Edward Situ ordenó que todos trabajaran horas extras por tres meses.
Todas las empleadas de diseño se muestran sumamente sorprendidas por dos hechos.
El primero y el que les molestó más, fue que ellas tendran que trabajar horas extras durante tres meses.
Y el segundo hecho que las dejó completamente impactadas fue que aquel joven que les habla es el nuevo y guapísimo asistente del CEO.
"Escuché que es primo del CEO."
Comenta una chica en voz baja.
"Es tan guapo y varonil!"
Se apresura a decir otra chica.
"No es tan guapo como nuestro CEO pero se ve más gentil que el CEO."
Susurra otra chica.
"Porque tenemos que trabajar horas extras?"
Cuestiona con enfado una chica al lado de Emily.
"Me esforzaré por venir mejor arreglada y maquillada al trabajo."
"Espero llamar la atención del joven asistente Carl!"
Comenta una de las más guapas chicas del departamento de diseño.
En verdad que es un revuelo ver y escuchar al joven Carl Situ en esa nada grata reunión matutina.
Vestido con un traje azul oscuro de tres piezas, camisa blanca y una corbata azul marina, Carl exuda belleza masculina por cada poro de su hermosa y suave piel.
Y su sonrisa es tan amable y cálida.
Emily escucha sin reparos a sus compañeras cuchichear mientras ella cierra los ojos debido tan mala noticia.
Un fuerte dolor de cabeza comienza a atacar a la chica despiadadamente en ese instante.
Edward está castigando a todo el departamento por su culpa?
Ahora ella no puede renunciar.
Edward le rebajo la mitad de su sueldo para que pueda pagar lo que, supuestamente, perdió la empresa debido a ese estúpido contrato.
Edward logrado forzarla a que se quedará, de mala gana, en la empresa.
Cuando el anuncio terminó, los empleados regresan desanimados y enfadados a sus estaciones.
Carl permanece de pie revisando algunas estadísticas de ese departamento en específico.
Uno de los diseñadores se acerca hacía él para cuestionarlo sobre unos diseños cuando la mirada de Carl se topa con la joven Emily.
Carl después de darle sus recomendaciones al diseñador, camina hacia la joven quien esta completamente absorta en algo.
Emily, vestida con su típico traje de falda lápiz por debajo de la rodilla de color oscuro, una blusa de delgada blanca y un saco esta sentada frente a un escritorio garabateando algo muy concentrada.
Carl llega hasta ella sin hacer ruido.
Cuando estuvo cerca de ella pudo ver a detalle que es lo que dibuja Emily, pero aún así la cuestiona.
"En qué estás trabajando?"
El tono de voz de Carl es suave, sin embargo Emily estaba tan concentrada en su dibujo que se asusta por la repentina pregunta.
Incluso ella brinca un poco de la silla, sus manos sin querer hacen volar algunos papeles en blanco, algunos lápices se deslizan hacía el suelo.
Emily dirige una mirada asustada hacía el hombre que le había habló.
"Oye, tranquila!"
"No quise asustarte en verdad!"
Carl levanta las manos frente a él alejándose de la asustada joven para tranquilizarla.
Entonces, Carl puede observar con cuidado a la niña.
Él llega a la conclusión que Emily es muy hermosa.
Delgada, pero con curvas, Emily tiene un hermoso cabello castaño claro largo, piel blanca sin imperfecciones, labios rojos tentadores, hermosos ojos color miel y hermosas cejas escondidas trás esas enormes y anticuadas gafas de armazón oscuro.
Carl piensa que el único detalle que le cambiaría a la joven Emily sería eliminar por completo esos horribles lentes del bello rostro de niña.
A Carl le gusta la actitud tímida y un poco asustadiza de la joven.
Además que se ruborizó debido al susto, por lo que ahora Emily luce aún más hermosa y tierna.
"Discúlpeme asistente Carl, no lo escuché llegar hasta mi."
"Soy una tonta."
Emily comenta mientras recoge los papeles y lápices del suelo, Carl le ayud a recoger.
"Espera, no eres tú Emily Mu?"
Carl pregunta mientras una gran sonrisa aparece en su rostro.
"Así es señor Carl, soy Emily Mu."
Responde Emily con franqueza.
Ella rogó por que Carl no la hubiera reconocido debido a su reciente escándalo con Edward, su primo.
Pero Carl si la reconoció, eso pudo saberlo ella cuando le pregunta su nombre.
El primo de Edward sigue mirando sin reparos a detalle a Emily al tenerla cerca.
Él comprende ahora porque su primo se enredo con ella hace unos meses atrás en ese hotel.
Aunque las consecuencias de tal acción fueron muy desfavorables para la familia Mu gracias a Edward.
"Sigue con tu trabajo Emily."
"No te preocupes por mí, ni por el nuevo horario de trabajo."
Comenta Carl con voz amable.
"Yo mismo me encargaré de persuadir a mi primo para que este disparatado horario solo se aplique unas pocas semanas."
"Me parece excesivo que el personal tenga que trabajar tiempo extra."
Carl acomoda las cosas que Emily dejo en el escritorio.
"Hoy les traeré la cena y algunos postres para que el ánimo no decaiga en este departamento."
"Te agrada esa idea?"
Carl pregunta a la joven Emily.
Ella observa cuando ese lindo y amable chico mete su mano en el bolsillo del pantalón.
"Suena fantástica su idea señor Carl."
"Muchas gracias por cuidar de nosotros."
Emily agradece el gesto del primo de Edward antes que este se marche.
"Tres meses..."
"Tiempo extra."
"Papá como podré ir a verte al hospital ahora?"
Se cuestiona derrotada Emily mientras acomoda de mala gana los lápices en el escritorio.
"Gracias Edward por arruinarme la vida un poco más."
Emily madice a Edward una vez más antes de ponerse a trabajar.
Sobra decir que los empleados también realizan sus labores muy molestos.
Entre los más enfadados se encontraba Ana, la jefa de ese departamento.
Ella no entiende el motivo de esa medida tan extrema por parte del nuevo CEO.
"Porque en este momento nos habrán castigado a todos?"
Se cuestiona la jefa.
"Tengo que ser más cuidadosa con los empleados y su trabajo."
La jefa llega a esa conclusión.
Ella se encierra en su oficina durante toda la mañana y parte de la tarde buscando el enorme y gravísimo error que motivara esa medida.
Tal vez ella había pasado por alto algo que estuvo muy mal.
La hora del almuerzo llega para todos los empleados del edificio de esa empresa.
Y mientras las chicas se disponen a salir a almorzar o esperan a sus novios para que vayan juntos a comer, Emily permanece sola en el edificio.
Ella no tiene nada de dinero para pagarse un almuerzo fuera de la empresa o en el comedor del lugar, por lo que no sale a comer como todos los demás.
Emily se dirige a la pequeña cocina del lugar donde encuentra algunas galletas baratas junto con diversos sobres de café y té.
No es mucho, pero es la opción más barata.
Sentada en una cómoda silla, Emily da pequeños mordiscos a las rancias galletas de chocolate.
Ella suspira meditando que necesita cambiar su situación financiera cuánto antes, pero como?
No puede conseguir un trabajo por la noche debido a que sus horarios son demasiado extendidos.
Todo gracias a ese maldito Edward.
Emily esta tan ensimismada en sus preocupaciones que no se da cuenta de que un hombre la observa a los lejos.
Cuando la hora del almuerzo termina, la empresa vuelve a cobrar vida.
Ese día pasa lentamente para muchas personas, incluso el reloj parece ir mas lento cuando los demás empleados comienzan a abandonar la empresa.
Ellos ya han terminado su jornada laboral...
Mientras tanto, todos los empleados del departamento de Emily siguen trabajando.
Y para colmo de males, pudieron observar cuando el CEO se retiraba en compañía de su primo Carl!
Incluso el CEO ya terminó su día laboral!
"De nada sirve quejarse."
"Sigan trabajando!"
"Aprovechen este tiempo extra para terminar los proyectos que tengan en sus manos."
La jefa del departamento intentó animar a su equipo de trabajo.
Después de mucho buscar y rebuscar entre miles de datos, estadísticas, contratos y demás papelería que ella maneja, la jefa no pudo encontrar el motivo del tiempo extra.
Las chicas se quejan amargamente con la jefa.
Los hombres simplemente siguen con sus trabajos.
"Emily, ve a la cocina y prepara té y galletas para todos."
Emily escucha la orden de la jefa, ella recuerda.
"Jefa, pude notar hoy más temprano que ya no hay galletas en la cocina."
La jefa mueve la mano restando importancia a ese hecho.
"Entonces, dirigite a la cafetería de la empresa y consigue más."
"Pide al guardia de turno que abra el armario donde almacenan las cocineras las galletas."
"Ve ya."
Emily no tuvo más opción que hacer lo que le mandan.
Después de repartir las galletas y té a sus compañeros, Emily regresa a terminar el dibujo en el que ha trabajado todo el día.
"Emily, por favor, lleva está charola a la cocina."
"Asegúrate de dejar limpias las tazas y platos antes que te marches."
Emily mira rápidamente el reloj.
Faltan solo veinte minutos para que termine el tiempo extra!
Ella se da mucha prisa en dejar limpio todo en la cocina.
Sin embargo cuando sale ya no hay nadie en el departamento.
Solo esta encendida la luz de su escritorio.
Cuando Emily se acerca a apagar la luz pudo ver, con tristeza, que su dibujo esta manchado de agua...
Todo su trabajo de ese día se arruinó.
Emily arruga la hoja mojada antes de tomar sus cosas para salir, por fin, de la empresa.
Ese fue un hermoso día completamente echado a la basura.
By Liliana Situ






