

RASHAD, UN REY PERVERSO
Maria Pulido · Completado · 112.1k Palabras
Introducción
Nadie sabe que el país de Radin ha sido devastado injustamente, y su princesa Hadassa, ahora reducida a la nada, solo camina totalmente perdida con sus manos atadas observando la devastación de su pueblo alrededor.
Las lágrimas frías no cesan, ella no sabe cuánto tiempo durará su martirio, pero sabe que, al llegar a las tierras de Babel, estará completamente perdida.
No le queda más que levantar la mirada al cielo y pedir a su Dios que tenga un deceso rápido, antes de llegar al horror que le depara su destino…
Porque nadie ha salido ileso después de enfrentar a Rashad, el rey más temido y perverso de todos… y Hadassa no parece ser la excepción para él, hasta que cruza sus ojos con esa mujer diferente, que lo hace replantearse cada uno de los mitos formados a su alrededor…
Esclavitud, guerra y el deseo de poseerla, es el menor de sus problemas…
Capítulo 1
Año 946 A.c.
3 días después de la conquista.
Hadassa.
DEVASTACIÓN…
Podía resumir mi condición y mi alrededor en esa palabra.
Ahora mismo no sentía mis pies y si llevaba la cuenta exacta, este era el tercer día en que caminaba mientras esas escenas horribles ya no estaban expuestas delante de mis ojos, pero pasaban por mi mente cada segundo.
Quería llorar, en realidad era el deseo de mi cuerpo sediento y extremadamente cansado. Sin embargo, mis ojos estaban resecos y el aire en mi boca ya quemaba mi garganta.
Un tirón de aquella cuerda a la que estaba atada junto con otras personas en una fila, hizo que mis pies perdieran el equilibrio. En dos pasos torpes no pude controlar mi cuerpo por más tiempo, y mis brazos recibieron el mayor impacto de la caída.
Quizás en este momento tenía adormecido mis sentidos, porque ya no sentía nada a excepción de ese grito que retumbó mi tímpano.
—¡Levántate, esclava!
Lo intenté, no por hacerme la fuerte, sino porque que ya había hecho el intento más de una vez de no seguir las instrucciones, y eso en definitiva era lo que había alargado mi vida hasta ahora.
Si lo hubiese sabido antes, habría hecho hasta lo imposible por ocultarlo y mi muerte quizás hubiese sucedido el primer día en que me tomaron, al igual que a mi familia.
Habían descubierto mi identidad, ahora era para ellos cómo un trofeo que debía ser llevado ante el mismísimo demonio.
Mis brazos temblaron en el suelo cuando intenté levantarme, pero era tiempo perdido, mis fuerzas ya no daban para más.
—No puedo hacerlo… —Mi voz sonó como un lamento bajo y allí es donde pude divisar borrosamente unos pies forrados en cuero, que se paraban delante de mí, alzando el polvo hacia mi rostro.
—¡Levántate maldita! No morirás aquí, tu cabeza debe ser cortada por el mismo soberano, públicamente… y te lo juro, ¡Él no tendrá misericordia de ti!
Misericordia…
La primera palabra que aprendí cuando era niña, y la misma que recuerdo en la boca de mi padre desde que tuve conciencia. ¿Dónde estaría eso ahora y, qué pensaría mi padre antes de morir cuando se dio cuenta de que habían invadido su país y fue asesinado como un perro?
Extrañamente, tenía mis ojos nublados por las lágrimas nuevamente, mientras mi pecho se quemaba de forma lenta al recordar su rostro y su mirada.
Un sollozo, uno imposible de contener en mi garganta salió hacia el ambiente mientras las manos del hombre sujetaron mi cuello levantándome de un solo tiro como un pedazo de trapo.
—¡Camina! Estás demorando nuestra llegada…
Después de que fui empujada, mi cuerpo se estrelló con algunas personas en la fila, que ahora mismo no me miraban porque estaban en una condición incluso peor que la mía.
Mi cuerpo titiló, aunque la mañana estaba comenzando, el hielo de la noche aún estaba en mis huesos.
«Solo será un momento…», mi mente gritó y solo pude llevar mis manos a mi collar colgante que era la única cosa de valor que habían dejado en mi cuerpo. Por supuesto este collar, con el sello de Radin, mi pequeño país devastado, había sido el punto clave para que ellos supieran mi identidad.
Yo era la princesa. Quizás la única que quedaba con vida.
Lo apreté en un puño fuerte y solo reprimí mis ojos sabiendo que incluso moriría con dignidad. Ahora no me importaba si mi cabeza sería expuesta ante una multitud de malvados; habían asesinado a mi padre y a mi madre, aún no sabía si lograron atrapar a mi hermano, el heredero del trono, pero solo quería cerrar mis ojos para siempre y no ver esas miradas que me observaban con desesperación. Porque ellos asesinaron a miles de hombres inocentes, junto con sus mujeres y… sus niños…
Sacudí mi cabeza para borrar las imágenes, pero creo que esto nunca iba a suceder.
Sus llantos y lamentos, solo hacían arder mi piel con fuerza.
Saquearon mi país, el reino más feliz de todos, y el que incluso promovía la paz a todos sus vecinos, fuimos realmente ultrajados por ladrones que llegan por la noche con sed de poder…
“El poder… debe haber un equilibrio para esto, Hadassa… porque no hay otra forma más corrompida que tener ambición, y en cuanto se tiene algo, se comienza a querer más, y allí es donde nuestro dominio propio debe accionar para no llevar nuestra persona a una desgracia…”
Esto me dijo mi padre una vez, y ahora lo estaba viviendo en carne propia…
Pero lo que él nunca predijo ni imaginó, es que esta tragedia le estuviera sucediendo a Radin. Ni en su peor pesadilla.
Un rayo de luz fuerte hizo que de forma obligada levantara mi rostro.
No pude sino abrir mi boca ante la impresión, estaba viendo a solo unos kilómetros como llegábamos a la sede principal de Babel. Desde lejos podía ver su enorme y lujoso palacio, con grandes muros impenetrables, y con la ostentosidad despotricando en cada rincón.
Jamás había visto una estructura como la que tenía delante, ni un pueblo a su alrededor tan organizado. El palacio era enorme, con fuentes de agua en sus cuatro esquinas, y grandes estatuas como las que mi padre nos había relatado a mi hermano y a mí, cuando éramos unos niños.
Ellos tenían muchos dioses a los que adoraban, y por lo que estaba viendo, los tenían en alta estima dejándolos a la vista de cualquier espectador en sus estructuras.
Solo pude tomar el aire cuando giré hacía alrededor y vi las casas de la gente fuera del palacio organizado en líneas, pero a esta altura en donde estábamos caminado, pude detallar como la gente estaba arremolinada como si intentara a toda costa, entrar a ese castillo amurallado, que parecía celebrar una fiesta.
—Babel… —escuché como uno de los hombres susurró colocando su mano en una palma hacia el lugar y haciendo una referencia—. Hemos llegado a ti… gracias a nuestros dioses…
Fue inevitable no sentir el escalofrío que recorrió mi cuerpo, porque al instante y como lo esperaba, todas aquellas personas fueron desamarradas, y a continuación apartadas de mí.
—Sujeta muy bien a nuestro trofeo… sé que nuestro soberano nos recompensará por este premio.
Otro de los hombres se rio de forma asquerosa, mientras vino a apretar más las cuerdas de mis manos, y luego me empujó hacia el frente con fuerza.
—Camina… princesa… estamos a unos minutos de beber tu sangre azul.
No pude entender a qué se refería con “beber”, pero me obligué a no mirarlo y a comenzar a caminar solo deseando una cosa.
Que me asesinaran con prontitud.
No sé cuantos minutos pasaron, pero en cuanto estuve con los hombres sujetada de las cuerdas y con una multitud que nos abarrotaba y decía cosas que no podía entender, levanté la mirada al escuchar el estruendo de las enormes puertas abrirse de forma lenta, y el hombre que era líder del grupo, llegó muy cerca de nosotros con agitación.
—Ya he dado la información… entraremos a la zona privilegiada.
Uno de los hombres tomó mi hombro con rudeza y haló mi brazo para caminar, mientras mis pies reunían la fuerza para seguir con el camino, entre tanto mis ojos se posicionaban hacia todas partes de forma alterada.
A este punto sentía que podía desmayarme en cualquier momento, porque mi boca jamás había estado tan seca como ahora.
Un patio enorme que ni siquiera pude ver su final, columnas gigantes y gruesas, y todo tipo de estatuas que tenían cabezas de animales en sus extremos, solo deslumbraban alrededor.
De un momento a otro, la multitud se excitó cantando en coro un solo nombre:
¡Rah! ¡Rah! ¡Rah!
Pero un sonido de trompeta, proveniente de un cuerno de carnero, hizo que me detuviera ante el estruendo.
Era muy parecido a ese sonido glorioso cuando mi pueblo estaba de fiesta o cuando hacíamos un rito religioso a nuestro Dios.
Sin embargo, cuando mis ojos se fueron directo al ruido, mi corazón se aplastó para que todo mi ser, sufriera como nunca.
La cabeza de mi padre, junto con otras, estaban colgadas en lo alto, mientras unos hombres alzaban una tela roja, resonando victoriosos, y vociferando con la voz más alta.
¡Rah! ¡Rah! ¡Rah!
No pude hacer otra cosa, mis piernas flaquearon y mis rodillas dieron contra el piso mientras un sollozo desesperado del dolor salió de mi boca, al ver un pedazo de mi padre, expuesto ante esta multitud de malvados…
—Papá… no… —estaba a punto de llevar mis manos al rostro, pero mi brazo derecho fue alado con brusquedad sin dejar que al menos por un minuto, pudiera llorar a mi padre con amargura.
Dos hombres se desentendieron del grupo en que veníamos, y casi parecían correr mientras mi cuerpo fue arrastrado a su paso.
Y entonces, sucedió.
Fui lanzada hacia delante y caí recibiendo los rasponazos en mis brazos.
Mi respiración ya era muy lenta, pero la ira hervía dentro de mi pecho, y el dolor de alguna manera me hizo levantar la cabeza. No iba a demostrarle a nadie mi miedo, ni mucho menos el sufrimiento que esto me estaba causando.
Y en cuanto posicioné los ojos adelante, allí llegó un hombre corpulento. Parecía un guerrero con las manos y el rostro ensangrentado, pero que despedía una fuerza incalculable de su forma.
Pude notar como la extrañeza arropó su rostro al verme tirada frente a él, pero lo entendió todo cuando el hombre a mis espaldas dijo:
—Es la princesa de Radin… y pensamos que sería un regalo que nuestro señor debía tomar con sus propias manos… —el hombre al que todos les rendían esa especie de culto, asomó una sonrisa, que solo hizo que mi mandíbula titilara.
Él era el demonio, y ahora mismo lo estaba viendo en carne propia.
Vi como sus pisadas fueron determinantes, y como el tiempo se detuvo en cuanto comenzó a caminar hacia mí.
Parecía que la multitud se había silenciado, la verdad ahora solo pude mantener mi vista en esos ojos azules que estaban quitándome la vida con cada paso. Y, por si fuera poco, tomé mi última fuerza, quité el velo que arropaba mi cabeza, y me paré firmemente delante de él, solo esperando mi fin.
Decidida a recibir mi deceso.
El sonido de su espada saliendo del cuero donde reposaba, hizo que abriera los ojos de golpe, y que solo el palpitar de mi corazón, retumbara en mi garganta.
El demonio era enorme cuando se detuvo delante de mí, pero lo único que no pude entender, fue el sonido de su respiración, cuando sus ojos bajaron a los míos, y su pupila se dilató de un momento a otro…
Últimos capítulos
#58 Capítulo Extra
Última actualización: 3/3/2025#57 Epílogo
Última actualización: 3/3/2025#56 Capítulo 56
Última actualización: 3/3/2025#55 Capítulo 55
Última actualización: 3/3/2025#54 Capítulo 54
Última actualización: 3/3/2025#53 Capítulo 53
Última actualización: 3/3/2025#52 Capítulo 52
Última actualización: 3/3/2025#51 Capítulo 51
Última actualización: 3/3/2025#50 Capítulo 49</Chapter Hadassa. CONFESIÓN… Hubo un silencio bastante perturbador en el espacio. Solo me provoco levantarme y correr de aquí, pero los errores se enfrentaban con valentía y se asumían de la misma forma como quería proceder para con Rashad. Ya no era el momento de permanecer en las sombras, era el momento de demostrar que, aunque el amor podía doler, también podía transformar. No podía evitar sentir los nervios correr por todo mi cuerpo, pero levanté mi cabeza y sostuve su mirada que en estos instantes me estaban rompiendo. —Por supuesto conoces a Hadassa… la actual reina de Radin —Labán se levantó de su asiento y colocó la mano en su hombro, pero Rashad no dejaba de mirarme fijamente—. Bueno, la historia de Hadassa es sorprendente… Esta vez el rey se dirigió a los presentes mientras los murmullos no paraban de sonar en mis oídos. —Toda está confusión de la que ya todos sabemos, hizo que la reina de Radin fuese prisionera por un tiempo… en el palacio de mi mejor amigo, Rah… allí es donde vi a la reina por primera vez. Pude notar como Rashad sacudió su hombro para quitar la mano de Labán de su brazo, y al instante lo sentenció oscuramente con su mirada. —No esperaba ver a… la reina de Radin en este lugar… —el comentario de Rashad solo hizo que Labán hiciera un gesto de asombro un poco disfrazado. —Radin es nuevamente nuestro aliado, Rashad… y nuestras alianzas siguen en pie como con mi respetado al gran Uriel… es evidente que también será mi invitada especial, así, tanto como tú… Pasé un trago cuando la mandíbula de Rashad se endureció, y la mano de Labán le ofreció la silla que exactamente quedaba frente a mí. Lo vi dudar por un momento detallando su comida, y luego evitó mirarme a toda costa durante el almuerzo. —Siempre será bienvenida a nuestras reuniones, reina Hadassa… —dijo alguien al final de la mesa, pero no me atreví a mirar. Asentí con la cabeza gacha y luego tomé nuevamente el cubierto entre mis dedos. Aunque anteriormente tuve apetito, todos estos minutos que transcurrieron desde que Rashad hizo presencia, hizo que todo esto se fuera y me doliera el estómago. Ahora estaba comiendo solo para tener que hacer alguna cosa, y cuando vi a uno que otro levantándose, me di cuenta de que estuve aislada a las conversaciones que se gestaron en la mesa durante mucho tiempo. Había llegado el momento en que todos nos reuniríamos en una sala para discutir el tema por el cual habíamos sido invitados, lo supe porque alguien vino a anunciarlo, y en cuanto todos comenzaron a retirarse en la mesa, guiados por unos lacayos, me levanté muy despacio para girarme hacia Gamal. Sin embargo, cualquier cosa que pude decirle a mi consejero se vio interrumpido por el rey Labán. —Hadassa… su consejero se quedará fuera del salón. Solo están autorizados a entrar los gobernantes… —asentí para él, pero sentí como la mirada de Rashad a su lado estaba clavada en mí. —Entonces iré en un minuto… señor. Debo hablar con mi consejero primero… El hombre me dio una sonrisa y tomando nuevamente a Rashad del hombro, comenzó a caminar con él. Cuando vi que ambos desaparecieron de mi campo de visión, me precipité para mirar a Gamal. —En cuánto está reunión termine, nos iremos de inmediato. Avisa a los guardias para que estén preparados y que los caballos estén listos. —No se preocupe, majestad, usted no corre algún peligro. A pesar de la fama de este hombre, hay gente importante aquí presente, no muestre miedo. Usted es tan importante como todo ellos… Por primera vez en mucho tiempo mi sonrisa se ensanchó mientras asentí para él. —Gracias… —tomé su brazo y lo apreté y luego comencé a caminar rápido para llegar pronto a la reunión. El pasillo pareció estar solo y me confundí un poco hacia donde debía ir. Quizás habían olvidado dejar a alguien para guiarme, pero cuando llegué a un punto sin salida, supe que tenía que devolverme para tomar otro camino. Mi cuerpo chocó prontamente con alguien, pero antes de que mis pies se corrieran hacia atrás por el golpe, esos brazos sujetaron mi cintura y me atajaron hacia él. Estaba cara a cara con Rashad, y en esta oportunidad, no luché por quitarme de su agarre, y de inmediato, mis brazos lo envolvieron al instante. —Lo siento… —expulsé de mis labios, entre tanto sentí la tensión de su cuerpo. Pude sentir como luchó por quitarme de su agarre, su aliento estaba acelerado y era evidente su enojo, pero en vez de quitarme del abrazo, él lo intensificó más uniendo todo su cuerpo al mío. El alma literalmente me volvió al cuerpo, y aunque esté no era el lugar ni el momento, metí mi rostro en su cuello y aspiré su aroma mientras mis labios tocaron su piel. Era como volver al principio, volver a la vida, y entender que mi lugar estaba a su lado. Era irracional, pero no había otra manera para mí. De forma inmediata su sola mano vino a tomar mi rostro para hacer que lo mirara. —¿Qué estás haciendo aquí? —negué rápidamente. —No es lo que crees… debo hacerme cargo de los asuntos de Radin, yo debo asumir… —No… —él apretó sus palabras interrumpiendo mientras su enojo crecía en sus ojos—. No en medio de todos estos hombres que solo buscarán arruinarte… Lo miré con confusión. —¿Qué? —Labán es un maldito cerdo… y te lo advertí… dije que no vinieras. Apreté mi mandíbula. —Créeme, he enfrentado a reyes malvados, esto no es una novedad. No puedo quedarme encerrada en mi reino, tú sabes lo que debo hacer… —Hadassa… no me retes, no quiero verte en medio de estos hombres. —¿Y qué haré? ¿Vas a gobernar tú también Radin por mí? ¿Querrás lo mejor para mi pueblo? —Me importa una mierda tu pueblo… —esta vez su tono fue duro—. Pero tú y mi hijo… Se quedó callado por un momento y luego tocó mis labios para empezar a susurrar mientras su aliento se estrellaba todo el tiempo en mi rostro. —Tú estás clavando mi propia tumba, me harás débil ante los demás, solo quieres mostrarles a mis enemigos que pueden joderme la vida por medio de ti, Hadassa… ¿Por qué? —su cuerpo se removió abruptamente y luego vi como tomó su daga personal en sus manos y apretó las mías haciendo que la tomara—. Hazlo ahora, y no dejes que lo haga otra persona… Quité mis manos de las suyas, y luego me atreví a tomar su rostro. —No solo estoy aquí por mi pueblo, Rashad… también estoy aquí por ti… —¡Pero estás jodiendo todo! —su puño se estrelló en la pared muy cerca de mí, y luego mis labios temblaron. —Sé que me has dejado ir… sé que… —puse la mano en su pecho, mientras su mirada se hacía cada vez más dura—. Sé que quieres protegernos… pero, no quiero irme ahora, no quiero irme de tu lado… yo… —Señor… —ambos nos giramos, y yo me separé rápidamente de su lado cuando vimos al mismo hombre, el general que nos recibió en la entrada—. El rey Labán pregunta por ustedes… están esperando para comenzar. Di unos pasos asintiendo. Pero la mano de Rashad se envolvió en mi brazo deteniéndome. —Que espere unos minutos más… vamos en un momento. Ese general pareció ofendido ante su respuesta, pero dando un asentimiento, comenzó a caminar en retroceso, y luego se giró para irse. —¿Estás loco? —pregunté precipitada y él me mostró su sonrisa irónica. —No soy el loco aquí… ¿Tú quieres formar otra guerra…? ¡Pues me tendrás matando a todos en esta maldita pelea, Hadassa…! Rashad pasó por mi lado, y casi corrí para alcanzarlo y abrazarlo por detrás. —No quiero esto, yo… ¡Te amo…! —su cuerpo se congeló, y dejando de caminar, vino a posar sus manos tranquilamente en las mías. Hubo un silencio entre nosotros, y luego, lo vi girar lentamente. —¿Qué has dicho? —su mirada confundida y aterrada solo me alertó un poco. Esta era la primera vez que veía esta expresión en él. El miedo dominaba todo su rostro. Sus labios pálidos, más sus ojos tan azules como el océano, llegaron a los míos, y allí mismo escuché como un trago duro pasó por su garganta. —Es imposible… —No lo es… —tomé rápidamente su mano y la posicioné en mi pecho. Esto fue una doble daga para mí misma, porque sentir sus dedos en mis pechos abultados, fue como si una descarga grande apremiara mi cuerpo entero—. Nunca quise esto, lo juro… pero no pude evitarlo, Rashad… tú sí puedes ser amado de verdad… y alguien si puede ser leal a ti no por miedo, sino porque te ama, y teme perderte… La rojez en sus orbes fue evidente, y su respiración me comprobó que estaba sofocado. Había una lucha demasiado grande en su mirada, y luego de qué lo vi mirar hacia todas partes, solo sentí un tirón, mientras todo su cuerpo me guio en la dirección contraria a la que ese general había tomado… —¿Qué haces? ¿A dónde vamos? <Chapter>Capítulo 50
Última actualización: 3/3/2025#49 Capítulo 48
Última actualización: 3/3/2025
Te podría gustar 😍
Pareja Cachorro de los Reyes Alfa Gemelos
Cuando Kiara acompaña a sus padres y a sus tres hermanos mayores trillizos a la coronación de los nuevos reyes alfa gemelos en el multiverso de los hombres lobo, su vida toma un giro inesperado. Kayden y Jayden Wittmoore, los futuros reyes alfa, han estado buscando a su Reina Luna desde que cumplieron dieciocho años, pero sin éxito. Casi habían perdido la esperanza hasta que pusieron los ojos en Kiara en su coronación. ¿El único problema? Ella es solo una cachorra de nueve años, incapaz de sentir el vínculo de pareja.
Mientras Kayden y Jayden enfrentan la prueba definitiva de paciencia, están decididos a esperar a que Kiara alcance la mayoría de edad. Pero el destino tiene otros planes para ellos, y se encuentran embarcándose en un viaje lleno de desafíos, obstáculos y sacrificios. ¿Podrán navegar las complejidades de su situación poco convencional y cumplir su destino como líderes de la población lobuna en el multiverso humano y de hombres lobo?
Únete a Kiara, Kayden y Jayden en una aventura épica mientras navegan por el mundo de la política de hombres lobo, enfrentan sus demonios internos y descubren el verdadero significado del amor en "Los Cachorros de los Reyes Alfa Gemelos". Este romance paranormal te cautivará el corazón, dejándote ansioso por pasar las páginas para descubrir qué les depara el futuro. ¡No te pierdas esta encantadora historia de almas gemelas, destino y verdadero amor que te dejará sin aliento!
Coronada por el Destino
—Ella solo sería una Criadora, tú serías la Luna. Una vez que esté embarazada, no la tocaría de nuevo —la mandíbula de mi pareja Leon se tensó.
Reí, un sonido amargo y roto.
—Eres increíble. Prefiero aceptar tu rechazo que vivir así.
——
Como una chica sin lobo, dejé a mi pareja y a mi manada atrás.
Entre los humanos, sobreviví convirtiéndome en una maestra de lo temporal: saltando de trabajo en trabajo... hasta que me convertí en la mejor bartender de un pequeño pueblo.
Ahí es donde me encontró el Alfa Adrian.
Nadie podía resistirse al encantador Adrian, y me uní a su misteriosa manada oculta en lo profundo del desierto.
El Torneo del Rey Alfa, que se celebra cada cuatro años, había comenzado. Más de cincuenta manadas de toda Norteamérica estaban compitiendo.
El mundo de los hombres lobo estaba al borde de una revolución. Fue entonces cuando volví a ver a Leon...
Dividida entre dos Alfas, no tenía idea de que lo que nos esperaba no era solo una competencia, sino una serie de pruebas brutales e implacables.
Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)
Su gran mano me agarró violentamente por la garganta, levantándome del suelo sin esfuerzo. Sus dedos temblaban con cada apretón, estrechando las vías respiratorias vitales para mi vida.
Tosí y me ahogué mientras su ira me quemaba los poros y me incineraba interiormente. El odio que Nerón siente por mí es fuerte, y sabía que no había forma de salir vivo de esto.
«¡Como si fuera a creerle a un asesino!» La voz de Nerón suena aguda en mis oídos.
«Yo, Neron Malachi Prince, el Alfa de la manada Zircon Moon, te rechazo, Halima Zira Lane, por ser mi compañera y Luna.» Me tiró al suelo como a un pedazo de basura, dejándome sin aliento. Luego agarró algo del suelo, me dio la vuelta y me acuchilló.
Me cortó la marca de mi manada. Con un cuchillo.
«Y por la presente te sentencio a muerte».
Una joven mujer lobo, abandonada por su propia manada, acalla su aullido ante el peso aplastante y la voluntad de los lobos que quieren verla sufrir. Tras ser acusada falsamente de asesinar a Halima dentro de la manada de Zircon Moon, su vida se derrumba entre las cenizas de la esclavitud, la crueldad y el abuso. Solo cuando encuentre la verdadera fuerza de un lobo en su interior podrá escapar de los horrores de su pasado y seguir adelante...
Tras años de lucha y curación, Halima, la superviviente, vuelve a enfrentarse a la antigua manada que la marcó la muerte. Busca una alianza entre sus antiguos captores y la familia que ha encontrado en la manada Garnet Moon. La idea de fomentar la paz donde hay veneno es poco prometedora para la mujer que ahora se conoce como Kiya. A medida que el creciente estruendo de resentimiento comienza a abrumarla, Kiya se encuentra con una sola opción. Para que sus heridas supurantes sanen de verdad, debe enfrentarse a su pasado antes de que devore a Kiya como lo hizo con Halima. En las sombras que crecen, el camino hacia el perdón parece ir y venir. Al fin y al cabo, no se puede negar el poder de la luna llena, y para Kiya quizás la llamada de la oscuridad resulte igual de inflexible...
Este libro es adecuado para lectores adultos, ya que el tema aborda temas delicados, como los pensamientos o acciones suicidas, el abuso y los traumas que pueden provocar reacciones graves. Por favor, tenga en cuenta.
————UntouchableLibro 1 de la serie The Moonlight Avatar
TENGA EN CUENTA: Esta es una colección de series para la serie The Moonlight Avatar de Marii Solaria. Esto incluye Untouchale y Unhinged, e incluirá el resto de la serie en el futuro. Hay libros separados de la serie disponibles en la página del autor.:)
Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?
Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres.
Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Una Reina de Hielo en Venta
Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Mimada por multimillonarios tras ser traicionada
Emily y su multimillonario esposo estaban en un matrimonio contractual; ella esperaba ganarse su amor a través del esfuerzo. Sin embargo, cuando su esposo apareció con una mujer embarazada, ella se desesperó. Después de ser expulsada, Emily, sin hogar, fue acogida por un misterioso multimillonario. ¿Quién era él? ¿Cómo conocía a Emily? Y lo que es más importante, Emily estaba embarazada.
La Redención de la Ex-Esposa: Un Amor Renacido
El dolor de mi embarazo fuera del matrimonio es una herida de la que nunca puedo hablar, ya que el padre del niño desapareció sin dejar rastro. Justo cuando estaba a punto de quitarme la vida, Henry apareció, ofreciéndome un hogar y prometiendo tratar a mi hijo sin padre como si fuera suyo.
Siempre le he estado agradecida por salvarme ese día, por eso he soportado la humillación de este matrimonio desigual durante tanto tiempo.
Pero todo cambió cuando su antigua llama, Isabella Scott, regresó.
Ahora, estoy lista para firmar los papeles del divorcio, pero Henry exige diez millones de dólares como precio de mi libertad—una suma que nunca podría reunir.
Lo miré a los ojos y dije fríamente—Diez millones de dólares para comprar tu corazón.
Henry, el heredero más poderoso de Wall Street, es un ex paciente cardíaco. Nunca sospechará que su llamada ex esposa vergonzosa orquestó el corazón que late en su pecho.
Regla número 1 - Sin Compañeros
«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».
Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.
Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.
«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».
Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.
Especialmente, regla número uno: No hay amigos
Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.
Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
Jackson Johnson
Niñera para el jefe de la mafia
Emplea a la joven Victoria para que cuide a su hijo. Después de pasar una noche de borrachera juntos, está embarazada de él.
Sus vidas están entrelazadas ahora y terminan en un matrimonio sin amor. Ella encuentra consuelo en los brazos de otro.
Lee para descubrir qué sucede cuando la niñera y la esposa del jefe de la mafia llevan al enemigo directamente a la puerta de su casa.
Sr. Ryan
Se acercó con una expresión oscura y hambrienta,
tan cerca,
sus manos alcanzaron mi rostro y presionó su cuerpo contra el mío.
Su boca se apoderó de la mía con impaciencia, con un poco de rudeza.
Su lengua me dejó sin aliento.
«Si no vas conmigo, te follaré aquí mismo». Susurró.
Katherine mantuvo su virginidad durante años, incluso después de cumplir 18 años. Pero un día, conoció a un hombre extremadamente sexual, Nathan Ryan, en el club. Tenía los ojos azules más seductores que jamás haya visto, una barbilla bien definida, cabello rubio casi dorado, labios carnosos, perfectamente dibujados, y la sonrisa más asombrosa, con dientes perfectos y esos malditos hoyuelos. Increíblemente sexy.
Ella y él tuvieron una hermosa y sexy aventura de una noche...
Katherine pensó que tal vez no volvería a ver a ese hombre.
Pero el destino tiene otro plan
Katherine está a punto de asumir el puesto de asistente de un multimillonario propietario de una de las empresas más grandes del país y conocido por ser un hombre conquistador, autoritario y completamente irresistible. ¡Es Nathan Ryan!
¿Podrá Kate resistirse a los encantos de este hombre atractivo, poderoso y seductor?
Lea para conocer una relación desgarrada entre la ira y el deseo incontrolable de placer.
Advertencia: R18+, solo para lectores maduros.