NovelaGO
Secretos en la oscuridad

Secretos en la oscuridad

Ava Miller · En curso · 46.6k Palabras

347
Tendencia
397
Vistas
119
Agregado
Agregar a estante
Comenzar a leer
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

Isabella Thompson nunca quiso volver a la imponente mansión Blackwell, un lugar lleno de lujos... y secretos oscuros. Pero el misterioso empleo como asistente personal de Alexander Blackwell, un millonario reservado y con una reputación cuestionable, es su única oportunidad para desenterrar la verdad sobre la muerte de su padre. Lo que comienza como una misión de justicia pronto se convierte en un juego peligroso, donde cada mirada y cada palabra del frío y magnético Alex la arrastran hacia un abismo que nunca imaginó.

Alexander, marcado por la tragedia, ha erigido muros imposibles de escalar. Sin embargo, la llegada de Isabella despierta emociones que creía enterradas junto a su pasado. Ella es diferente, un desafío para sus secretos y un recordatorio de todo lo que ha perdido... y de lo que aún podría perder si ella descubre la verdad.

Entre encuentros llenos de tensión y noches cargadas de peligro, Isabella y Alex se ven envueltos en una red de intrigas que amenaza con destruirlos. Cada paso hacia la verdad acerca a Isabella a un enemigo que no solo busca silenciarla, sino que también podría romper su alma.

En un mundo donde la pasión y el peligro son inseparables, Isabella deberá decidir si confiar en Alex será su salvación... o su perdición. Porque algunas verdades son tan oscuras que deberían quedar enterradas.

Capítulo 1

Capítulo 1

El encuentro.

POV Isabella Thompson.

El aire helado golpea mi rostro y hace estremecer cada parte de mi cuerpo, abro y cierro las manos para tratar de calmarme de alguna forma, pero no lo consigo y si soy honesta conmigo misma, no estoy segura de si el escalofrío que recorre mi espalda es por el frío o por los nervios que me están carcomiendo por dentro.

«Respira, Isabella. Tu puedes manejar esto. Es lo que querías, no puedes echarlo a perder» Me recuerdo mentalmente, pero no sirve de nada.

Estoy aquí, de pie, enfrentándome a la imponente mansión Blackwell, y siento como si mi cuerpo estuviera atrapado en un tira y afloja entre dos fuerzas opuestas, ambas igualmente poderosas. Una parte de mí, quizás la más sensata, me implora que me dé la vuelta, que escape de este lugar antes de que sea demasiado tarde. Las sombras que se deslizan entre las ventanas parecen vivas, como si me observaran, como si me estuvieran esperando. Todo en mi interior me dice que huir sería lo más lógico, lo más seguro.

Pero la otra parte de mí, esa parte terca que nunca sabe cuándo rendirse, me tiene clavada al suelo como si mis pies estuvieran hechos de cemento. Es esa voz desafiante en mi cabeza, la que me empuja a quedarme, a enfrentar lo que sea que me espera aquí. Porque necesito respuestas. Necesito descubrir la verdad. Y aunque sé que el precio de hacerlo podría ser alto, también sé que no podré vivir en paz si me voy ahora.

Mis ojos recorren la mansión, intentando procesar su inmensidad y mis sentidos no dan crédito a lo que ven. Las luces doradas que emanan de las ventanas destacan contra el cielo gris y las paredes de piedra, robustas y antiguas, parecen guardar secretos que podrían destrozarme si los descubro. Ya había estado aquí antes, hace años, durante una de esas opulentas fiestas de beneficencia que los Blackwell organizaban para presumir su poder y riqueza, como lo hacen la mayoría de los ricos. Fingen dar algo a los pobres, cuando lo único que quieren es mostrar cuan forrados de dinero están.

Aquel día me sentí fuera de lugar desde el primer momento en que crucé la entrada. Todo era tan grandioso, tan opulento, que no pude evitar sentirme insignificante. Caminaba entre aquellos invitados, vistiendo el mejor vestido que pude conseguir, pero incluso entonces me sentía como una intrusa, como si en cualquier momento alguien fuera a señalarme y gritar que no pertenecía a ese mundo. Era imposible ignorar las miradas. Algunas eran fugaces, casi indiferentes, pero otras… otras eran como cuchillos que se clavaban en mi piel, recordándome constantemente que yo no era más que una extraña.

¿Y cómo olvidar la sensación de ser observada, de sentir el peso de esos ojos fríos y calculadores que me escudriñaban desde la distancia?

Alexander Blackwell.

Incluso entre toda esa multitud de rostros perfectamente maquillados y sonrisas falsas, él destacaba. Era imposible no notarlo, como un depredador acechando en medio de una manada de presas que no tienen idea de lo que se avecina. Su presencia llenaba cada rincón de la habitación. Solían decir que tenía un carisma magnético, que era el tipo de hombre al que todos deseaban complacer, pero yo no vi eso. No. Lo que yo vi fue arrogancia pura, una especie de egocentrismo que parecía envolverlo como un traje a medida.

Lo recuerdo perfectamente. Su altura imponente, la forma en que su figura parecía esculpida para intimidar, cada movimiento suyo calculado, como si el mundo entero fuera un tablero de ajedrez y él estuviera siempre cinco pasos por delante. Vestía un elegante traje negro que se ajustaba a él como si fuera parte de su piel, impecable, sin una sola arruga fuera de lugar. Pero no era su físico lo que atrapaba realmente la atención, aunque fuera imposible ignorarlo. Era su rostro.

Una mandíbula marcada, firme, como si cada línea estuviera diseñada para imponer respeto. Sus labios, siempre curvados en una expresión que oscilaba entre la seriedad y el desdén. Y esa sombra de barba que, lejos de suavizarlo, le daba un aire de peligro que hacía difícil apartar la mirada.

Pero los ojos… Dios, sus ojos.

Eran de un gris acerado, fríos y despiadados, como el filo de una espada. Tenían esa cualidad inquietante de atravesarte, de desnudarte por completo, exponiendo cada pensamiento, incluso los que intentabas esconder de ti misma. No eran los ojos de un hombre que perdona fácilmente. Eran los ojos de alguien que guarda secretos, tantos que te preguntas si podría existir alguna vez un alma lo suficientemente valiente o lo suficientemente necia como para intentar descubrirlos todos.

Y aquí estoy de nuevo, frente a su puerta, tratando de ser la idiota que logre de alguna forma hacerlo, descubrir lo que ocultan esos ojos. Mi corazón late con fuerza mientras avanzo hacia el portón principal, mis pies hacen más ruido del necesario cuando los tacones se hunden en la grava. No soy la misma chica que vino aquí aquella vez, pero tampoco puedo negar que sigo sintiendo esa mezcla de miedo y fascinación. Esta vez no vengo a bailar ni a intentar encajar en ningún tipo de rol. Esta vez vengo por respuestas y espero conseguir cada una de ellas sin ponerme en riesgo.

Paso las rejas que se abren para mí, de forma automática y supongo que en algún lugar hay una cámara de seguridad, miro a todos lados con nerviosismo hasta que la ubico, está apuntando en mi dirección y se mueve con cada paso que doy, siguiéndome y yo no puedo sentir más que nervios por estar siendo vigilada.

Cuando al fin llego a la puerta, inhalo profundamente y la golpeo con fuerza, permitiendo que el sonido resuene en la quietud. No hay vuelta atrás. Esto apenas comienza. Ya estoy aquí y no puedo retroceder. Eso me haría una maldita cobarde.

El mayordomo, un hombre mayor de rostro inexpresivo, abre la puerta y me indica que lo siga, sin siquiera preguntarme quien soy, porque se supone que me están esperando. Mis tacones hacen eco en el suelo de mármol mientras avanzo por el vestíbulo. El interior de la mansión ha cambiado, ya no tiene el esplendor cálido que recordaba. Todo parece más frío, al igual que su fachada, casi desprovisto de vida. Las paredes están desnudas, los muebles austeros, y el aire tiene un peso que oprime el pecho. Esta casa refleja a su dueño, imponente, hermosa y llena de sombras.

—Por aquí, señorita— menciona el mayordomo, deteniéndose frente a una puerta doble de madera oscura y haciendo un ademán con su mano para pedirme que siga—. Buena suerte —me desea.

«¿Tan malo ha de ser como para que deba necesitar suerte?».

Asiento a modo de respuesta y trato de darle una sonrisa que no llega a formarse, porque se queda en una mueca horrorosa gracias a los nervios. Tomo aire, llenando mis pulmones y luego soltándolo con calma, antes de empujar las puertas. El despacho es un reflejo del hombre que me espera dentro; sobrio, ordenado y perfectamente calculado, mis ojos lo recorren por un segundo, deteniéndose en el fino arte que lo adornan, hasta que me doy cuenta de que estoy siendo observada fijamente.

Alexander Blackwell está sentado tras un escritorio de caoba, con la espalda recta y los dedos entrelazados sobre la superficie. Con una expresión en su rostro que destila poder. Su mirada gris, fija en mí, es tan intensa que siento un leve temblor en las piernas y trago grueso, mientras proceso toda la imagen.

Me ha tomado desprevenida, no esperaba que estuviera mirándome así y mucho menos esperándome. El hombre está tal cual como lo recuerdo, como si el tiempo no hubiera pasado por él. Enarca una ceja cuando nota que lo estoy mirando demasiado, en un claro llamado de atención.

—Ha llegado tarde— menciona con voz firme mientras mira el reloj que hay en su muñeca.

Su tono no es de reproche, sino una declaración que deja claro quién tiene el control en esta habitación, quien es el jefe y el que tiene el poder absoluto. No puedo evitar sentirme pequeña bajo el peso de su mirada, pero no pienso dejar que lo note, porque yo no soy como las otras personas que trabajan para él.

Me enderezo y fijo mis ojos en los suyos, retándolo con la mirada.

Sí él quiere competencia de miradas, es lo que voy a darle.

—Problemas con el tráfico—. Miento, pero intento que mi voz suene segura.

Sus labios se curvan apenas en lo que podría ser una sonrisa o un gesto de desdén. Es difícil decirlo. Alexander Blackwell es un hombre que no regala nada, ni siquiera sus expresiones. Cada una de sus reacciones están comedidas, así que no sé como interpretarlo.

—¿Primer día de trabajo y ya comienza a excusarse? —niega con la cabeza mientras vuelve su mirada a unos documentos y siento como un peso se me quita de los hombros cuando él deja de mirarme—. Sería una lástima que se quedara sin empleo, después que movió cielo y tierra para conseguirlo.

Frunzo el ceño, esta es una información que se supone que él no debería de saber. Trato de mantener sereno mi rostro, porque me fijo como me ve de reojo.

—No volverá a suceder —prometo.

—A su derecha, encontrará una maleta. Allí está su uniforme, Leonardo la llevará a su habitación.

«¿Habitación?».

—¿Disculpe? —pregunto confundida—. Apliqué para un puesto de asistente, pero nadie me dijo que debía quedarme en la propiedad.

El señor Blackwell ríe por lo bajo, como si mis palabras le parecieran un chiste.

—Si no quiere el trabajo, la puerta estará abierta. Pero esas son mis reglas, quiero una asistente disponible las veinticuatro horas al día, seis días a la semana, porque lamentablemente debo darle un día libre. Su salario compensará su arduo trabajo, ¿se quedará o no?

Muevo los dedos en señal de nerviosismo y sus ojos se detienen en mis manos, cuando me doy cuenta, las uno detrás de mi espalda.

Quedarme aquí, no era algo que esperaba en lo absoluto, pero es algo que puedo aprovechar si me lo propongo.

Sé que es una maldita locura, incluso un riesgo, pero quizás así, pueda descubrir mucho más rápido lo que necesito.

Tomo la maleta entre mis manos y lo miro.

—Muchas gracias por la oportunidad, señor Blackwell.

Él no muestra ningún gesto ante mis palabras, sino que baja su mirada hacia los documentos.

—Tiene treinta minutos para estar aquí, señorita… —deja la frase al aire, a propósito.

—Isabella —le recuerdo lo que de seguro él ya debe saber—. Isabella Thompson.

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Segundas Oportunidades

Segundas Oportunidades

1m Vistas · En curso · Vicky Visagie
Él me estaba besando, distrayéndome del dolor en mi coño y luego empezó a moverse lentamente y el dolor empezó a desaparecer. Se estaba volviendo cada vez más placentero, tan agradable que empecé a mover mis caderas mientras él se movía encima de mí. Se inclinó mientras se movía dentro y fuera de mí y tomó uno de mis pezones en su boca. Podía sentir cómo me mojaba a su alrededor, lo que solo hizo que se moviera más rápido dentro de mí.

—Joder, ángel, estás tan mojada.


Cuando el amante encontró su camino de regreso. Estaba embarazada hace 12 años, pero desaparecí de su vida. A medida que mi hija crece y se parece más a él, mi anhelo se profundiza. Ahora, en una gala, lo veo inesperadamente de nuevo, ahora un encantador CEO.

Amé a Nicolás con todo mi corazón durante años mientras estábamos en la universidad, pero una noche quedé embarazada, la única noche que no usamos protección. Tuve que huir de él; tenía un futuro brillante por delante, tenía un negocio para el que había sido preparado desde niño. No podía interponerme en su camino, no podía destruir sus esperanzas y sueños como el embarazo destruiría los míos, así que tuve que huir y tuve que irme a un lugar donde él no me buscara. Doce años después, soy enfermera, lo cual no era mi sueño en absoluto, pero ponía comida en la mesa y eso era lo importante. Una de mis colegas me dio entradas para ir a un Baile de Navidad y ¿con quién me encuentro? Con el amor de mi vida, el hombre del que huí, el hombre que se parece a mi hija, y en su brazo, por supuesto, estaba la modelo más hermosa. Desde que lo dejé, me aseguré de seguirlo en las redes sociales y en los periódicos; obviamente usé otro nombre en las redes sociales y siempre tenía una modelo en su brazo, siempre. La cosa es que ninguna de ellas se parecía a mí, lo que me hizo darme cuenta de que él me había superado. Verlo en la vida real y no solo en mi teléfono o en los periódicos me arrancó el corazón del pecho, especialmente con la modelo a su lado.
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

3.4m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto

Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto

833.5k Vistas · Completado · Elysian Sparrow
Es cierto lo que dicen sobre el matrimonio: uno de los dos siempre es más feliz que el otro.

El mundo de Julie se desmorona cuando su esposo, Ryan, revela que quiere un matrimonio abierto. Su razón: necesita un hijo ya que no han podido tener uno. Julie acepta a regañadientes para salvar su matrimonio.

Al día siguiente, Ryan regresa a casa con su secretaria, confirmando la sospecha de Julie de que su aventura estaba ocurriendo a sus espaldas.

Julie, con el corazón roto y llena de rabia, busca consuelo en un bar, donde conoce a un fascinante desconocido llamado Luke, quien cambia las reglas del juego. Julie se confía a Luke mientras beben, y él propone un plan arriesgado: él actuará como su "novio" para darle la vuelta a la situación con Ryan.

Julie acepta, desencadenando una serie de eventos que desafiarán todo lo que creía saber sobre el amor, la lealtad y sobre sí misma.
Pareja Cachorro de los Reyes Alfa Gemelos

Pareja Cachorro de los Reyes Alfa Gemelos

776.1k Vistas · Completado · H.A Shah
Prepárate para una conmovedora y emocionante historia de destino y verdadero amor. Kiara Middleton, con solo nueve años, ya es una estrella entre sus compañeros. Bendecida con belleza e inteligencia, parece tenerlo todo. Pero, bajo su fachada segura, enfrenta el acoso de sus compañeros, un desafío que intenta superar con gracia.

Cuando Kiara acompaña a sus padres y a sus tres hermanos mayores trillizos a la coronación de los nuevos reyes alfa gemelos en el multiverso de los hombres lobo, su vida toma un giro inesperado. Kayden y Jayden Wittmoore, los futuros reyes alfa, han estado buscando a su Reina Luna desde que cumplieron dieciocho años, pero sin éxito. Casi habían perdido la esperanza hasta que pusieron los ojos en Kiara en su coronación. ¿El único problema? Ella es solo una cachorra de nueve años, incapaz de sentir el vínculo de pareja.

Mientras Kayden y Jayden enfrentan la prueba definitiva de paciencia, están decididos a esperar a que Kiara alcance la mayoría de edad. Pero el destino tiene otros planes para ellos, y se encuentran embarcándose en un viaje lleno de desafíos, obstáculos y sacrificios. ¿Podrán navegar las complejidades de su situación poco convencional y cumplir su destino como líderes de la población lobuna en el multiverso humano y de hombres lobo?

Únete a Kiara, Kayden y Jayden en una aventura épica mientras navegan por el mundo de la política de hombres lobo, enfrentan sus demonios internos y descubren el verdadero significado del amor en "Los Cachorros de los Reyes Alfa Gemelos". Este romance paranormal te cautivará el corazón, dejándote ansioso por pasar las páginas para descubrir qué les depara el futuro. ¡No te pierdas esta encantadora historia de almas gemelas, destino y verdadero amor que te dejará sin aliento!
Coronada por el Destino

Coronada por el Destino

600.3k Vistas · En curso · T.S
—¿Crees que compartiría a mi pareja? ¿Simplemente me quedaría mirando mientras te acuestas con otra mujer y tienes hijos con ella?

—Ella solo sería una Criadora, tú serías la Luna. Una vez que esté embarazada, no la tocaría de nuevo —la mandíbula de mi pareja Leon se tensó.

Reí, un sonido amargo y roto.

—Eres increíble. Prefiero aceptar tu rechazo que vivir así.

——

Como una chica sin lobo, dejé a mi pareja y a mi manada atrás.

Entre los humanos, sobreviví convirtiéndome en una maestra de lo temporal: saltando de trabajo en trabajo... hasta que me convertí en la mejor bartender de un pequeño pueblo.

Ahí es donde me encontró el Alfa Adrian.

Nadie podía resistirse al encantador Adrian, y me uní a su misteriosa manada oculta en lo profundo del desierto.

El Torneo del Rey Alfa, que se celebra cada cuatro años, había comenzado. Más de cincuenta manadas de toda Norteamérica estaban compitiendo.

El mundo de los hombres lobo estaba al borde de una revolución. Fue entonces cuando volví a ver a Leon...

Dividida entre dos Alfas, no tenía idea de que lo que nos esperaba no era solo una competencia, sino una serie de pruebas brutales e implacables.
Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)

Intocable (Colección de la Serie Avatar a la Luz de la Luna)

2.2m Vistas · Completado · Marii Solaria
«¡No, no! ¡No es así!» Supliqué, con lágrimas corriendo por mi rostro. «¡No quiero esto! ¡Tienes que creerme, por favor!»

Su gran mano me agarró violentamente por la garganta, levantándome del suelo sin esfuerzo. Sus dedos temblaban con cada apretón, estrechando las vías respiratorias vitales para mi vida.

Tosí y me ahogué mientras su ira me quemaba los poros y me incineraba interiormente. El odio que Nerón siente por mí es fuerte, y sabía que no había forma de salir vivo de esto.

«¡Como si fuera a creerle a un asesino!» La voz de Nerón suena aguda en mis oídos.

«Yo, Neron Malachi Prince, el Alfa de la manada Zircon Moon, te rechazo, Halima Zira Lane, por ser mi compañera y Luna.» Me tiró al suelo como a un pedazo de basura, dejándome sin aliento. Luego agarró algo del suelo, me dio la vuelta y me acuchilló.

Me cortó la marca de mi manada. Con un cuchillo.

«Y por la presente te sentencio a muerte».


Una joven mujer lobo, abandonada por su propia manada, acalla su aullido ante el peso aplastante y la voluntad de los lobos que quieren verla sufrir. Tras ser acusada falsamente de asesinar a Halima dentro de la manada de Zircon Moon, su vida se derrumba entre las cenizas de la esclavitud, la crueldad y el abuso. Solo cuando encuentre la verdadera fuerza de un lobo en su interior podrá escapar de los horrores de su pasado y seguir adelante...

Tras años de lucha y curación, Halima, la superviviente, vuelve a enfrentarse a la antigua manada que la marcó la muerte. Busca una alianza entre sus antiguos captores y la familia que ha encontrado en la manada Garnet Moon. La idea de fomentar la paz donde hay veneno es poco prometedora para la mujer que ahora se conoce como Kiya. A medida que el creciente estruendo de resentimiento comienza a abrumarla, Kiya se encuentra con una sola opción. Para que sus heridas supurantes sanen de verdad, debe enfrentarse a su pasado antes de que devore a Kiya como lo hizo con Halima. En las sombras que crecen, el camino hacia el perdón parece ir y venir. Al fin y al cabo, no se puede negar el poder de la luna llena, y para Kiya quizás la llamada de la oscuridad resulte igual de inflexible...

Este libro es adecuado para lectores adultos, ya que el tema aborda temas delicados, como los pensamientos o acciones suicidas, el abuso y los traumas que pueden provocar reacciones graves. Por favor, tenga en cuenta.
————UntouchableLibro 1 de la serie The Moonlight Avatar

TENGA EN CUENTA: Esta es una colección de series para la serie The Moonlight Avatar de Marii Solaria. Esto incluye Untouchale y Unhinged, e incluirá el resto de la serie en el futuro. Hay libros separados de la serie disponibles en la página del autor.:)
Regla número 1 - Sin Compañeros

Regla número 1 - Sin Compañeros

2.1m Vistas · En curso · Jaylee
Labios suaves y calientes encuentran la cáscara de mi oreja y él susurra: «¿Crees que no te quiero?» Empuja sus caderas hacia adelante, chocando contra mi trasero y yo gimo. «¿De verdad?» Se ríe entre dientes.

«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».

Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.

Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.

«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».


Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.

Especialmente, regla número uno: No hay amigos

Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.

Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?

Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?

712.5k Vistas · Completado · miribaustian
Para Alejandro, un Ceo poderoso, millonario, atractivo, mujeriego y caprichoso, fue una sorpresa que su nueva secretaria se negase a acostarse con él, cuando todas caían a sus pies.
Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres.
Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Una Reina de Hielo en Venta

Una Reina de Hielo en Venta

3.8m Vistas · Completado · Maria MW
«Póntelos». Cogí el vestido y la ropa interior, luego quise volver al baño, pero ella me lo impidió. Sentí que mi corazón se paró por un segundo cuando escuché su orden. «Vístete aquí. Déjame verte». Al principio no entendí lo que quería decir, pero cuando me miró con impaciencia, supe que debía hacer lo que me decía. Abrí mi bata y la puse en el sofá blanco de al lado. Sostenía el vestido y quería ponérmelo cuando la volviera a escuchar. «Pare». Mi corazón casi se me sale del pecho. «Pon el vestido en el sofá por un segundo y ponte de pie». Hice lo que me dijo. Me quedé ahí completamente desnuda. Me examinó de pies a cabeza con los ojos. La forma en que revisó mi cuerpo desnudo me hizo sentir muy mal. Movió mi cabello detrás de mis hombros, pasando suavemente su dedo índice por mi pecho, y su mirada se detuvo en mis pechos. Luego continuó con el procedimiento. Su mirada se movió lentamente entre mis piernas y la miró durante un rato. «Abre las piernas, Alice». Se puso en cuclillas y cerré los ojos cuando se movió para verme más de cerca. Solo esperaba que no fuera lesbiana o algo así, pero al final se puso de pie con una sonrisa de satisfacción. «Perfectamente afeitado. Los hombres son así. Estoy seguro de que a mi hijo también le gustará. Tu piel es bonita y suave, y eres musculoso, pero no demasiado. Eres perfecto para mi Gideon. Ponte primero la ropa interior y luego el vestido, Alice». Tenía muchas cosas que decir, pero me las tragé. Tenía ganas de escapar, y ese fue el momento y el momento en que me juré que lo lograría una vez.

Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Jackson Johnson

Jackson Johnson

689.2k Vistas · Completado · maracaballero32
Los desamores y la infidelidad de su ex prometido ha quedado en el pasado, ahora con una mudanza con su familia al otro lado del mundo, Lilly Bradley comienza de cero junto a ellos. Con una carrera prometedora y muchas solicitudes en línea, Lilly finalmente encuentra trabajo en una empresa muy importante como la nueva administradora del conglomerado Johnson. Jackson Johnson es dueño de un gran imperio de bienes raíces en todo Estados Unidos, detrás de aquel rostro enigmático no hay nada más que solo un hombre desconfiado, obseso del control y con una vida privada demasiado hermética, y debido a ello, su madre se obsesiona con hacerlo sentar cabeza a sus treinta años con citas a ciegas, pero siempre fallando, así que prepara un plan para hacerlo caer en las redes del amor… “La mentira gana bazas, pero la verdad gana el juego.”
Niñera para el jefe de la mafia

Niñera para el jefe de la mafia

959.9k Vistas · Completado · Page Hunter
El jefe de la mafia Alessandro Rossi recupera a su heredero de manos de su esposa fugitiva.

Emplea a la joven Victoria para que cuide a su hijo. Después de pasar una noche de borrachera juntos, está embarazada de él.

Sus vidas están entrelazadas ahora y terminan en un matrimonio sin amor. Ella encuentra consuelo en los brazos de otro.

Lee para descubrir qué sucede cuando la niñera y la esposa del jefe de la mafia llevan al enemigo directamente a la puerta de su casa.
Cicatrices

Cicatrices

1.6m Vistas · Completado · Jessica Bailey
«Yo, Amelie Ashwood, te rechazo, Tate Cozad, por ser mi compañera. ¡TE RECHAZO!» Grité. Le llevé la hoja de plata mojada en mi sangre a mi amigo Mark.
Amelie solo quería vivir una vida sencilla fuera del foco de atención de su linaje alfa. Sintió que tenía eso cuando encontró a su primer compañero. Después de años juntos, su pareja no era el hombre que decía ser. Amelie se ve obligada a realizar el ritual de rechazo para hacerse sentir. Su libertad tiene un precio, uno de los cuales es una fea cicatriz negra.

«¡Nada! ¡No hay nada! ¡Tráela de vuelta!» Grito con cada parte de mi ser. Lo supe antes de que dijera nada. La sentí en mi corazón despedirse y soltarla. En ese momento, un dolor inimaginable se apoderó de mi corazón.
Alpha Gideon Alios pierde a su pareja, en el que debería ser el día más feliz de su vida, el nacimiento de sus gemelos. Gideon no tiene tiempo para llorar, se queda sin pareja, solo y es padre recién soltero de dos hijas pequeñas. Gideon no deja que su tristeza se manifieste como si fuera una muestra de debilidad, y es el Alfa de la Guardia Durit, el ejército y brazo investigador del Consejo; no tiene tiempo para la debilidad.

Amelie Ashwood y Gideon Alios son dos hombres lobo rotos a los que el destino ha torcido. Esta es su segunda oportunidad de amar, ¿o es la primera? Cuando estos dos compañeros predestinados se unen, siniestros complots cobran vida a su alrededor. ¿Cómo se unirán para mantener a salvo lo que consideran lo más preciado?