Capítulo 31 C31

Observaba cómo de las mangas de su saco aún caía algo de agua. Lo miró un poco más y se dio cuenta de que delante tenía un hombre atormentado: salir con esa lluvia, empaparse de esa manera, todo para obligarla a recibir un pago. Sí, definitivamente, estaba muy roto.

Sus hombros bajaron un poco, com...

Inicia sesión y continúa leyendo