Capítulo 40 C40

Anna tampoco quería irse, pero el tiempo apremiaba. Si se retrasaba demasiado, llegaría de madrugada a su apartamento. Aunque Owen parecía no querer moverse, ella tuvo que hacerlo.

Corrió un poco la silla hacía atrás y los ojos de él volvieron a su cara.

—¿Tienes que empezar, verdad? —preguntó Owe...

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