Destino:

Después de un refrigerio del cual apenas pudo disfrutar y un baño con sales aromáticas, Umara salió al patio trasero que había ayudado a reparar. Las flores se mecían en la brisa vespertina exhalando una verdadera cacofonía de aromas.

Del mármol de la fuente fluía nuevamente agua, pura y cristalina...

Inicia sesión y continúa leyendo