Penitencia:

Cassandra se detiene en seco. Las diez doncellas de su séquito hacen piruetas increíbles para evitar chocar con ella. Los malvados ojos negros de la mujer se encuentran con los míos y su rostro se vuelve aún más terrible.

En un abrir y cerrar de ojos se ha lanzado hacia mí y me ha abofeteado en la ...

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