CAPÍTULO 10

Ya me había calmado un poco y dejé que papá me comentara su plan.

—Y si me hubiese negado, aun así, tendría que casarme con Francesco porque ya me ofreciste como esposa. Le ofreciste a tu única hija al Don. —Mi corazón estaba herido. Que jugara con mi vida y mi futuro de esa manera, jamás se lo per...

Inicia sesión y continúa leyendo