Capítulo 48: Los récords — Parte I

El laboratorio por la noche emitía un tono diferente, estéril y hueco, como si las máquinas susurraran secretos entre ellas. Silas estaba sentado en su terminal, con la chaqueta colgada en la silla, mientras todas las luces del edificio, excepto la suya, se apagaban. Para cualquiera que lo viera, pa...

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