Capítulo 134 La responsabilidad de la esposa

Tal vez Edward pensó que Anne había encontrado un lugar seguro, así que aflojó un poco su agarre en mi brazo y su voz se suavizó.

—¿Por qué estás enojada con Anne? Es solo una niña; es solo una foto.

—¿Enojada? —repetí, con los ojos ardiendo de ira y la voz afilada—. Soy tu esposa, y mis fotos des...

Inicia sesión y continúa leyendo