12: La cruel verdad

Podía sentir la mirada de Renata clavada en mi cuello, ella se levantó de donde estaba y nuevamente aquellos ojos afilados se habían posesionado de su persona. A veces de alguna manera sentía que estaba delante de una persona totalmente diferente.

—Quiero que me digas qué es lo que piensas hacer co...

Inicia sesión y continúa leyendo