13: Recuerdos manchados

La mirada de Luziano era como si sus ojos fueran las entradas al mismísimo averno; en cambio, Hannah lo miraba como si quisiera que la tierra se abriera y se hundiera.

—Ya lo verás —él miró a Nayib —, quiero que traigas las cuerdas.

Cuando Luziano tuvo las cuerdas, él sometió a Hannah y luego de e...

Inicia sesión y continúa leyendo