26: Mis ojos solo te ven a ti

Me tomó de la muñeca antes de que pudiera apartarme, obligándome a girar hacia él. Tenía esa media sonrisa que me irritaba tanto como me desarmaba.

—Mírame. —Su tono no fue una orden gritona, sino algo bajo, casi un reto—. Si algún día me tienes miedo, que sea porque me comí la última rebanada de p...

Inicia sesión y continúa leyendo