33: Desafiar al consejo

Cuando todo terminó, permanecimos así un instante, el mundo alrededor, reduciéndose a la calidez de nuestras manos y la intensidad de nuestras miradas. Nadie habló, pero no hizo falta. Sabíamos que habíamos sobrevivido a la prueba más dura y que, aunque el Consejo creyera tener control sobre nosotro...

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