

Un Heredero De Sangre
Miry Reina · Completado · 288.2k Palabras
Introducción
Uno de esos dos niños es su hijo, y ambos son hijo de su ex. Cuando Erika decide abrir su corazón a un nuevo amor, su ex reaparece en su vida, a poner su mundo de cabeza.
Capítulo 1
Erika Intriago; de diecisiete años contemplaba su cuerpo frente al espejo, el cual se había deformado al transcurrir los nueve meses, pero eso a ella no le importaba, lo único que anhelaba era conocer el rostro de su pequeño bebé que crecía dentro de su vientre.
A su memoria llegaron recuerdos del pasado, ese pasado que en su momento dolió, pero ahora la había llevado a sentir, la sensación más bonita que en el mundo podía existir. Lo único que la ponía triste era saber que su bebé no tendría papá, al pensar en aquello dejo rodar una solitaria lágrimas por su mejilla y reprimió las demás con esfuerzo.
Hace meses atrás se enamoró por primera vez, tan grande era su amor por ese hombre que se entregó en cuerpo y alma. Él juró amarla sobre todas las cosas y convertirla en su esposa, no obstante, después de haber pasado la tarde con ella desapareció de su vida, nunca más volvió a su encuentro. Desde aquel día su vida se volvió un holocausto, más aún cuando sus padres se enteraron de su embarazo.
Erika Intriago; sollozó y con el dorsal de su mano limpió las rebeldes lágrimas que se escaparon.
—Mi niña, ¡otra vez llorando!
Piedad, la mujer que acababa de ingresar colocó la charola de comida sobre la cama, para luego inclinarse frente a Erika y con sutileza limpiar el delicado rostro de la joven. Mientras lo hacía sonrió.
—Ven, te traje algo de Cenar —Erika, intentó levantarse, pero la enorme barriga no la dejó—. No te levantes cariño —Piedad acercó la charola de comida a la adecente.
Erika Intriago, llevaba siete meses encerrada en la oscura habitación de la enorme mansión Intriago. En la planta baja, de la misma mansión, se encontraba una mujer y su esposo de edad media. El silencio perduraba en las cuatro paredes del comedor.
Diego Intriago, sin ganas de llevar nada a la boca revolvía la cuchara en el plato, aquel sonido estaba colmando la paciencia de Gisela, madre de Erika. Esta última era una mujer de carácter fuerte, difícil de dominar. Entre ellos, existía ese tipo de relación donde no se dirigen la palabra, tenían discusiones como toda pareja, sin embargo, las de ellos incrementó cuando su hija de solo dieciséis años quedó embarazada.
Después de unos minutos, Diego decidió irse, agarró el saco, las llaves del auto y salió del comedor sin despedirse de su esposa. Antes de salir, Diego soltó un suspiro y dirigió la mirada hacia arriba, en el cuarto más oscuro de aquella mansión se encontraba su hija, aunque le dolía verla ahí no podía hacer nada para ayudarla. Tanto para su esposa como para él, era una vergüenza que su pequeña hija saliera embarazada.
Mientras tanto, en la oscura habitación, Erika intentaba probar el primer bocado de su comida, su nana Piedad se deleitaba viendo su hermoso rostro. Erika, era la niña de sus ojos, la hija que nunca tuvo.
—¡Ninis me duele! —El rostro de Erika se tornó pálido— ¡Nana ayúdame! —. Solicitó apretando con fuerza la mano de su nana.
—La hora llegó —Especuló Piedad y corrió escaleras abajo, llegando hasta él comedor.
—Señora, la hora de que nazca el bebé ha llegado —Gisela sintió como si le templaron los pelos de su parte íntima.
—Al fin llegó el día de que nazca el engendro.
Subieron rápidamente hasta llegar a la habitación, para ese entonces el agua de fuente ya se había roto, los gritos de Erika retumbaban las paredes de aquella habitación.
—¡Cierra la boca! —Bramó Gisela— ¿Oh quieres que toda la servidumbre te escuche?
—¡No me importa! —Replicó la adolescente, antes de volver a gritar
Rápidamente la acomodaron y empezaron la labor de parto, dentro de unas horas el bebé nació, dejando a su madre desmayada, y a las demás con preocupación.
El pequeño era un niño calvo, con unos ojitos verdes y la piel suave como la misma seda. Sonrió sin saber lo que la vida le deparaba. Piedad lo tomó en sus brazos y se acercó a Gisela, intentó mostrarle al pequeño para ver si cambiaba de opinión y optaba por quedárselo, no obstante, la mujer se giró sin ganas de conocer a su nieto.
De espaldas a su empleada resopló.
—Ya sabes lo que tienes que hacer
—¡Pero señora!
—Vete, no quiero verlo.
Piedad, miró hacia la cama donde se encontraba Erika desmayada, quiso gritar porque no le parecía justo apartarla de su hijo, sin embargo, no tuvo otra opción. Divagaba en lejanos pensamientos, gritando en la cara de su jefa que no apartara a el niño de Erika, cuando la feroz voz de esta, la trajo de vuelta.
—¡¿Qué esperas para marcharte junto a ese bastardo?!
Las lágrimas corrían por sus mejillas, salió de la mansión en medio de una tormenta, colocó al niño en una canasta y se dirigió al auto.
Mientras manejaba lloraba sin parar, llegó hasta la ciudad y se parqueó frente a un orfanato, tomó la canasta donde se encontraba el bebé, y lloró al palmarle un beso en su diminuta frente. Tocó la puerta, dejó al recién nacido y se fue. Aunque ella no quería hacerlo, tuvo que cumplir con la orden que su patrona le dio.
—¡Devuélveme a mi hijo! —Gritó Erika mientras se paraba de la cama, Gisela la fulminó con la mirada.
—Tú hijo está muerto, acabamos de enterrarlo —soltó sin más.
—¡Mientes! —gruñó Erika—. Yo lo escuché llorar. No creo en lo que dices porque eres cruel y despiadada —Resopló con lágrimas en sus ojos.
—Tras de ser una suelta, ahora alucinas. Debes estar agradecida porque ese engendro se murió —refutó la mujer ajustando sus dientes—, porque no podrías cargar con un bastardo a esa edad, menos con las habladurías de la sociedad.
La joven no tenía fuerzas para llorar, pero sintió ganas de ahorcar a su madre por decir esas cosas de su bebé, al darse cuenta de que su madre no le iba a dar explicaciones claras de donde estaba su hijo, optó por llamar a su nana.
—¡Nana! ¡Nana! ¡Nana! —con la mano en el pecho y un nudo atascado en su garganta, Piedad subió al llamado de su niña. Al verla entrar, Erika se dirigió hasta ella,
—¿Dónde está mi hijo? ¡Dime que es mentira! ¡dime que está mujer miente! —con su rostro empapado de lágrimas, tomó las manos de su nana, y le suplicó que le trajera a su hijo.
Tragando grueso y evitando llorar, Piedad asintió que era verdad. Aquello desgarró el corazón de ambas mujeres, ya que mentirle a Erika era un dolor fuerte para Piedad.
Aun estando débil por el parto reciente, Erika se dejó caer, arrodillada frente a su nana suplicó que no la engañara.
—¡Tú no Ninis!, ¡tú no puedes mentirme! —Erika no aceptaba lo que decían, ella recordaba claramente el llanto de su hijo. Piedad reprimió las ganas que le producía llorar y gritar. Deseaba con toda su fuerza decirle la verdad, decirle que aquel niño estaba vivo. Dejo escapar unas cuantas lágrimas, miró a su jefa quién la fulminaba con la mirada.
—¡Lo siento mi niña, pero es la verdad! —sintió su estómago revolverse, y a la misma vez, sintió ganas de arrojar por lastimar el corazón de Erika.
Gisela se sintió satisfecha con la respuesta de Piedad. Luego al fijarse en su hija y el bochorno que estaba haciendo, se sintió fastidiada.
—¡Ya basta de teatros! Vuelve a la cama o te desangrarás —agarró a su hija por el brazo y esta se rehusó a ir.
—¡Suéltame!, ¡qué más da si muero! —gruñó la adolescente
—¡Eres una mocosa grosera!
—¡No, me toques!, ¡te odio con toda mi alma! ¡No quiero que me vuelvas a tocar! —gritó con fuerzas, provocando que los oídos de su madre se sintieran adoloridos.
—¡Eres una mal agradecida! —resopló Gisela mientras golpeaba el delicado rostro de su hija.
Con su cachete enrojecido, Erika miró a su madre con odio. La mujer le había encerrado por siete meses en una oscura habitación, donde solo entraba su nana y nadie más, quería tapar la vergüenza que según ella producía Erika con su embarazo.
Ante la mirada penetrante de su hija, Gisela sintió escalofríos, ella era una mujer fría y calculadora, pero esa mirada de odio que ardía en los ojos de su hija, la hizo estremecerse, se retiró de la habitación sin ganas de continuar peleando con ella.
Una vez solas, piedad la abrazó.
—¡Quiero a mi bebé! —ante esa súplica el corazón de la mujer se arrugó, se sentía la mujer más despreciable del mundo por arrebatarle el hijo a su niña.
Últimos capítulos
#203 capítulo 203: Fin.
Última actualización: 1/24/2025#202 Capítulo 202
Última actualización: 1/24/2025#201 Capítulo 201
Última actualización: 1/24/2025#200 Capítulo 200
Última actualización: 1/24/2025#199 Capítulo 199
Última actualización: 1/24/2025#198 Capítulo 198
Última actualización: 1/24/2025#197 capítulo 197
Última actualización: 1/24/2025#196 Capítulo 196
Última actualización: 1/24/2025#195 Capítulo 195
Última actualización: 1/24/2025#194 Capítulo 194
Última actualización: 1/24/2025
Te podría gustar 😍
Una hermosa coincidencia
Segundas Oportunidades
—Joder, ángel, estás tan mojada.
Cuando el amante encontró su camino de regreso. Estaba embarazada hace 12 años, pero desaparecí de su vida. A medida que mi hija crece y se parece más a él, mi anhelo se profundiza. Ahora, en una gala, lo veo inesperadamente de nuevo, ahora un encantador CEO.
Amé a Nicolás con todo mi corazón durante años mientras estábamos en la universidad, pero una noche quedé embarazada, la única noche que no usamos protección. Tuve que huir de él; tenía un futuro brillante por delante, tenía un negocio para el que había sido preparado desde niño. No podía interponerme en su camino, no podía destruir sus esperanzas y sueños como el embarazo destruiría los míos, así que tuve que huir y tuve que irme a un lugar donde él no me buscara. Doce años después, soy enfermera, lo cual no era mi sueño en absoluto, pero ponía comida en la mesa y eso era lo importante. Una de mis colegas me dio entradas para ir a un Baile de Navidad y ¿con quién me encuentro? Con el amor de mi vida, el hombre del que huí, el hombre que se parece a mi hija, y en su brazo, por supuesto, estaba la modelo más hermosa. Desde que lo dejé, me aseguré de seguirlo en las redes sociales y en los periódicos; obviamente usé otro nombre en las redes sociales y siempre tenía una modelo en su brazo, siempre. La cosa es que ninguna de ellas se parecía a mí, lo que me hizo darme cuenta de que él me había superado. Verlo en la vida real y no solo en mi teléfono o en los periódicos me arrancó el corazón del pecho, especialmente con la modelo a su lado.
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto
El mundo de Julie se desmorona cuando su esposo, Ryan, revela que quiere un matrimonio abierto. Su razón: necesita un hijo ya que no han podido tener uno. Julie acepta a regañadientes para salvar su matrimonio.
Al día siguiente, Ryan regresa a casa con su secretaria, confirmando la sospecha de Julie de que su aventura estaba ocurriendo a sus espaldas.
Julie, con el corazón roto y llena de rabia, busca consuelo en un bar, donde conoce a un fascinante desconocido llamado Luke, quien cambia las reglas del juego. Julie se confía a Luke mientras beben, y él propone un plan arriesgado: él actuará como su "novio" para darle la vuelta a la situación con Ryan.
Julie acepta, desencadenando una serie de eventos que desafiarán todo lo que creía saber sobre el amor, la lealtad y sobre sí misma.
Una Reina de Hielo en Venta
Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Sr. Ryan
Se acercó con una expresión oscura y hambrienta,
tan cerca,
sus manos alcanzaron mi rostro y presionó su cuerpo contra el mío.
Su boca se apoderó de la mía con impaciencia, con un poco de rudeza.
Su lengua me dejó sin aliento.
«Si no vas conmigo, te follaré aquí mismo». Susurró.
Katherine mantuvo su virginidad durante años, incluso después de cumplir 18 años. Pero un día, conoció a un hombre extremadamente sexual, Nathan Ryan, en el club. Tenía los ojos azules más seductores que jamás haya visto, una barbilla bien definida, cabello rubio casi dorado, labios carnosos, perfectamente dibujados, y la sonrisa más asombrosa, con dientes perfectos y esos malditos hoyuelos. Increíblemente sexy.
Ella y él tuvieron una hermosa y sexy aventura de una noche...
Katherine pensó que tal vez no volvería a ver a ese hombre.
Pero el destino tiene otro plan
Katherine está a punto de asumir el puesto de asistente de un multimillonario propietario de una de las empresas más grandes del país y conocido por ser un hombre conquistador, autoritario y completamente irresistible. ¡Es Nathan Ryan!
¿Podrá Kate resistirse a los encantos de este hombre atractivo, poderoso y seductor?
Lea para conocer una relación desgarrada entre la ira y el deseo incontrolable de placer.
Advertencia: R18+, solo para lectores maduros.
Coronada por el Destino
—Ella solo sería una Criadora, tú serías la Luna. Una vez que esté embarazada, no la tocaría de nuevo —la mandíbula de mi pareja Leon se tensó.
Reí, un sonido amargo y roto.
—Eres increíble. Prefiero aceptar tu rechazo que vivir así.
——
Como una chica sin lobo, dejé a mi pareja y a mi manada atrás.
Entre los humanos, sobreviví convirtiéndome en una maestra de lo temporal: saltando de trabajo en trabajo... hasta que me convertí en la mejor bartender de un pequeño pueblo.
Ahí es donde me encontró el Alfa Adrian.
Nadie podía resistirse al encantador Adrian, y me uní a su misteriosa manada oculta en lo profundo del desierto.
El Torneo del Rey Alfa, que se celebra cada cuatro años, había comenzado. Más de cincuenta manadas de toda Norteamérica estaban compitiendo.
El mundo de los hombres lobo estaba al borde de una revolución. Fue entonces cuando volví a ver a Leon...
Dividida entre dos Alfas, no tenía idea de que lo que nos esperaba no era solo una competencia, sino una serie de pruebas brutales e implacables.
Sanando a Su Luna Rota....
Colmillos, Destino y Otras Malas Decisiones
Después de descubrir que su novio le había engañado, lo último que esperaba era tropezarse con un hombre herido en un callejón. Y definitivamente no uno con colmillos. Pero gracias a una mezcla de cócteles, vergüenza y sus cuestionables elecciones de vida, se lo lleva a casa. Resulta que no es cualquier vampiro—es un rey. Y según él, ella es su compañera predestinada.
Ahora, está atrapada con un chupasangre sobreprotector y taciturno que sigue rescatándola, una lista creciente de enemigos que quieren matarla, y una atracción innegable que hace muy difícil recordar por qué enamorarse de un vampiro es una terrible idea.
Porque si no tiene cuidado, no solo perderá su corazón—perderá su humanidad.
Dejando Ir
Esa fatídica noche lleva a Molly y a su mejor amigo Tom a guardar un secreto muy cerca de sus corazones, pero mantener este secreto también podría significar destruir cualquier oportunidad de un nuevo futuro para Molly.
Cuando el hermano mayor de Tom, Christian, conoce a Molly, su disgusto por ella es instantáneo y hace poco esfuerzo por ocultarlo. El problema es que se siente atraído por ella tanto como la detesta, y mantenerse alejado de ella empieza a convertirse en una batalla, una batalla que no está seguro de poder ganar.
Cuando el secreto de Molly se revela y ella se ve obligada a enfrentar el dolor de su pasado, ¿podrá encontrar la fuerza para quedarse y superar el dolor o huirá de todo lo que conoce, incluyendo al único hombre que le da esperanza de un futuro feliz? Una esperanza que nunca pensó volver a sentir.
Una Noche de Pasión con Mi Jefe
¿Casada con un Marido Feo? ¡No!
Mi malintencionada hermanastra me amenazó con matar a mi hermano y me obligó a casarme con un hombre del que se rumoreaba que era indescriptiblemente feo. No tuve más opción que obedecer.
Sin embargo, después de la boda, descubrí que este hombre no era nada feo; al contrario, era a la vez guapo y encantador, ¡y además era multimillonario!