Capítulo 127

—No has comido nada, cariño. —acentúa la bruja tocando mi cabello con delicadeza, provocando que mi mano reaccione de forma brusca.

—No me toques. —escupo y me levanto.

—Erika, no le alces la voz a tu madre...

—No le estoy gritando, simplemente dile que no me toque, porque su cariño no lo siento sin...

Inicia sesión y continúa leyendo