Capítulo 157

RELATA ERIKA.

Me quedo parada mirándole con los ojos aguados. Siento mi corazón arder como si ácido hubiera sido regado dentro de sí. Trago grueso y pregunto:

—San, ¿por qué haces esto?

Mis lágrimas ruedan y se pierden al final de mi rostro.

—¡Perdón! ¿Te conozco? —pregunta y me quedo absorta.

R...

Inicia sesión y continúa leyendo