107: Intrusos

La mano de Noel se deslizó en la mía, luego tomó con cuidado mis mejillas. No podía creer que este hombre todavía tuviera ese maldito efecto en mí.

—Si las cosas se te complican, tienes que decirme, no quiero que vayas a luchar una batalla tú solo cuando nos concierne a los dos.

—Solo dame un bes...

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