Capítulo 41 Su jefe

Nathan caminaba de un lado a otro en su habitación de hotel, el suelo alfombrado amortiguando sus pasos pero no el ruido de su mente revuelta.

Eran las siete de la noche, y la ciudad de Nueva York bullía fuera de la ventana, un tapiz de luces parpadeantes que se reflejaban en el vidrio como estrell...

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