Capítulo 10 Un castigo

Había corrido con mi hija hacia mi oficina, donde me encerré con ella. En el interior reinaba un silencio cargado de tensión, como si reflejara la inquietud que me embargaba en ese momento. Observé a Anastasia, y en su rostro se reflejaba esa pureza que me partía el alma. Ella no hablaba con nadie, ...

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