Capítulo 44 En todo excepto en poseer

Desde el instante en que Frederick tomó mi mano supe que algo no estaba como debía estar. Sus ojos me habían atrapado firmemente en el suelo como si hubiera ejercido un encantamiento sobre mí. Justo estábamos a punto de juntar nuestros labios cuando de repente, algo me arrastró con tanta fuerza que ...

Inicia sesión y continúa leyendo