Capítulo 46 Apreciada señorita Crawley

—Mamá, ¿Crees que Cookie y yo podamos comer chocolate?

—Definitivamente no, —respondí con firmeza.

Tenía la certeza de que si le ofrecía un trocito de chocolate a esa hora, mi hijo lleno de energía estaría dando brincos por las paredes.

—Pero mami, si no le damos chocolates Cookie se sentirá tris...

Inicia sesión y continúa leyendo