

Me casé con el hermano de mi ex
Carolina Velasquez · Completado · 113.8k Palabras
Introducción
En el segundo aniversario de su boda, Ximena sufrió una traición inesperada por parte de Dante. La dejó contra la espada y la pared en cuanto descubrió su infidelidad. Devastada y humillada, ella juró vengarse. Apuntaría al corazón mismo de Dante.
Decidió apuñalarlo con lo que más le dolía: la familia. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que involucrarse con Eric Watson? Su hermano. Sin embargo, Ximena no sabía que estaba jugando con fuego y que los hermanos Watson ocultaban un inesperado secreto sobre ella.
Capítulo 1
Saqué las llaves de mi hogar para abrir la puerta principal, quería sorprender a mi esposo con un regalo que le compré en la panadería con el dinero que gané vendiendo unas prendas por internet.
No quería que él fuera el único en aportar dinero para la casa o las compras, aunque no me dejaba trabajar... Dante era un hombre un poco tóxico respecto a mí.
Le dije que iría a visitar a mis padres y que no volvería hasta el día siguiente. Abrí la puerta tratando de no hacer ruido porque la idea era sorprenderlo. Busqué con la mirada en cada rincón de la sala para comprobar que no estuviera, supuse que se encontraba en la habitación durmiendo porque el pobre tenía un trabajo importante.
Era la mano derecha de su hermano, Eric Watson, quien era muy reconocido en el país por ser un CEO multimillonario, aunque no llegaba a los primeros puestos como otros. Dante era su secretario según lo que me decía. Caminé a pasos lentos subiendo las escaleras, hasta que llegué a la puerta que más buscaba.
Nuestra habitación.
Pero, un sonido nuevo y extraño me hizo fruncir el ceño. Era como si Dante no estuviera solo, y peor aún, la otra voz era femenina y lo único que hacía era soltar gemidos. En ese momento sentí que mi mundo se caía, estaba temiendo lo peor cuando abriera esa puerta.
Dejé caer la bolsa con su regalo al suelo para llevar ambas manos a mi boca. Quería irme de ahí e imaginar que todo había sido mi imaginación, pero sabía que si no entraba, jamás iba a saber lo que sucedía... Mi respiración empezó a salir entre cortada, mi mano se dirigió con una tembladera enorme hacia la perilla para darle la vuelta.
—Vamos, Ximena... Tú puedes... —me alenté.
Suspiré, tenía que calmar mi respiración ya que provocaba una agitación en mi pecho. Los nervios los tenía a flor de piel y un nudo se formaba en mi garganta.
Abrí la puerta de una vez por todas, encontrándome con la escena más desgarradora de mi vida. Mi boca formó una ligera "o" llena de horror y mis cejas se contrajeron al ver a mi marido desnudo debajo de otra mujer, ese con el que llevaba dos años de casada y diez de noviazgo, con el que intentaba tener un hijo, ese que juró serme fiel en el altar...
Mi primer amor.
Me estaba traicionando de la peor manera. Ambos estaban como Dios los trajo al mundo, ella encima de él saltando hasta más no poder en la cama donde yo dormía... Donde él me juraba que solo tenía ojos para mí. Mis piernas empezaron a temblar, los gemidos de la rubia esa no le permitieron notar mi llegada.
Seguían en lo suyo incluso conmigo de pie en el umbral de la puerta. No podía creerlo, deseaba que eso fuera una jodida pesadilla, quería despertar. Me agarré por impulso ambos lados de mi cabello negro, buscando arrancar cada pelo y poder despertar de una vez.
Pero me di cuenta que eso era real. Mi pecho subía y bajaba, buscando aire de manera desesperada y el nudo en la garganta empeoró, logrando que varias lágrimas salieran de mis ojos.
—¡¿Qué es esto, Dante?! —grité, con la voz quebrada.
Mis cuerdas vocales ardieron por la fuerza que utilicé. Ambos se giraron a verme en shock, sorprendidos porque no me esperaba ahí. Me abracé a mí misma por el asco que sentía, la repulsión de haber sido engañada quién sabe por cuánto tiempo.
Lo que más me dolía era que Dante... Mi querido mejor amigo, mi confidente, mi pareja de toda la vida... El hombre que conocí a mis dieciocho años y nos enamoramos, me haya hecho semejante traición. Nunca me lo esperaba de él, confié ciegamente en sus palabras, en sus promesas vacías, le creí como una estúpida.
Él empujó a la mujer para que se bajara, buscando taparse con la sábana las partes que yo tanto le vi y me acostumbré a él. Tenía una expresión de horror, de temor por lo que yo pudiera decirle después de haberlo cachado en el acto.
—Ximena, p-puedo e-explicarlo —balbuceó, colocando una mano al frente.
Caminó hacia mí. Miré de reojo a la rubia quien se encontraba cubierta con otra sábana, mi sábana... Me hervía la sangre, me sentía devastada y enojada al mismo tiempo. No sabía si soltar la rabia o la decepción que cargaba encima.
—¿Qué vas a explicar? ¡Todo me ha quedado claro! —hablé, de nuevo con la voz quebrada y llena de odio.
Mi visión estaba borrosa por los mares que salían de mis ojos. No podía contener las lágrimas, me era imposible creer que Dante me había sido infiel, pero lamentablemente era la cruel realidad, una para la que no estaba preparada.
Él intentó tocarme el hombro con su mano, pero fui más rápida y lo rechacé de un golpe.
—N-no es lo que parece, mi amor, sabes que yo te amo, esto no significó nada. Fue un error —titubeó, sus ojos estaban cristalizados y asustados.
Él tenía miedo, pero no se arrepentía. ¿Por qué lo haría? Ser infiel era una decisión que él había tomado, y que yo no iba a perdonar nunca. Mi mandíbula se tensó y mis puños se cerraron porque sus palabras se sintieron como una estaca en el corazón, no quería escucharlo, pero también deseaba que me dijera: todo esto es mentira.
Lo cual era imposible, ya yo vi el desastre. Nadie podría borrarlo de mi memoria. Nada sería como antes si seguía con Dante.
—Me engañaste, Dante... Yo confié en ti y me apuñalaste sin pensar en mí. ¿Sabes el dolor que estoy sintiendo en este momento...? —sollocé, cubriéndome la boca.
Mi respiración estaba incontrolable, intentaba hablar con firmeza pero me era muy difícil lograrlo sin caer en el llanto de nuevo.
—Mi amor... Perdóname por favor, no sé en qué estaba pensando, no me vayas a dejar por esto... Prometo que no volveré a hacerte algo así —confesó, agarrando mis manos.
Estaba tembloroso y yo también. Dante empezó a mostrar una expresión de arrepentimiento y duda, no sabía qué pasaba en realidad por su cabeza, pero a mí me costaba mucho creerle después de lo que me hizo.
No iba a perder mi dignidad por un hombre.
Me solté de su agarre de mala gana, demostrándole que yo no era la ovejita que él creía. Lo miré con unos ojos fulminantes, odiando cada parte de él, pero al mismo tiempo queriendo que me abrazara otra vez...
¿Por qué mis pensamientos eran tan masoquistas?
—Dime algo, Dante... ¿Desde cuándo hacías esto? —cuestioné, afligida.
—Fue solo una vez... Esta vez... Lo juro —suplicó, juntando ambas manos.
Pero no me di cuenta en el momento en que la rubia se había vestido y se acercó a nosotros, soltando un suspiro de fastidio. Tomó a Dante del hombro, pegando sus firmes y redondos pechos en él, mirándome de arriba a abajo con detenimiento y una sonrisa maliciosa.
—¿No es obvio? Deberías arreglarte un poco más ese cuerpo, querida. Dante solo quiso experimentar con alguien más joven y sexy. ¿No es así, amor? —habló, mordiéndole el lóbulo de la oreja—. Hace meses que estoy saliendo con él, y menos mal que te enteras porque no te lo mereces, tú estás descuidada —me señaló con el dedo y bufó—: En cambio yo parezco una diosa.
Mis ojos se abrieron por la sorpresa, a pesar de que no podía verla bien por las lágrimas. Sus palabras fueron una puñalada directo al corazón. Tenía razón, ella era una mujer joven y yo rondaba casi los treinta años...
Mi cuerpo estaba un poco descuidado, mis pechos algo caídos, tenía unos pocos kilos demás, pero eso me volvía algo curvy ¿no? En resumen, mi cuerpo no era de esos perfectos como lo había sido de joven. A parte, mi vestimenta tampoco ayudaba si siempre utilizaba ropa holgada.
Tenía razón, había dejado de cuidar mi aspecto cuando comprendí que Dante me amaba por como era, pero me equivoqué con él.
—No es cierto, Ximena, te está diciendo puras mentiras —defendió Dante, con la voz temblorosa.
—Basta, Dante. El mentiroso aquí eres tú. Hubieses pensado bien antes de decidir engañarme si ya sabías mi reacción, pero te confiaste ¿No? Sabías que confiaba mucho en ti y que no sospecharía nada —argumenté, entre dientes.
—Entiende que Dante se merece a alguien que esté a su nivel —masculló la rubia.
En todo momento me miraba con desprecio y asco, como si yo fuera lo peor que habían visto sus ojos. En parte me hizo sentir mal, bajó por poco mi autoestima, pero en el fondo algo me decía que no me dejara pisotear por esos dos al querer verme la cara de estúpida.
—¡Ya cállate, Rebeca! —exclamó, quitándosela de encima para luego dirigirse a mí—. Mi amor, créeme, yo te amo, llevamos tantos años juntos. Eres el amor de mi vida, no me vayas a dejar por esta equivocación... —rogó.
—Años que te valieron un carajo.
Mis dientes empezaron a chocar porque ya no aguantaba el drama que me estaban haciendo, simplemente quería irme de ahí y llorar hasta quedarme seca... Ahogar mis penas en un bar o con mi madre, no lo sé. Ya no quería ver la cara de Dante, sin importar el tiempo que llevábamos juntos.
Me dolía, me desgarraba saber que la decisión que iba a tomar sería para no volver a verlo jamás. Tantos recuerdos compartidos, tantos momentos felices y los obstáculos que tuvimos que superar. Él lo mandó todo al basurero por su aventura.
Y pensar que estábamos planeando tener un hijo, solo que por problemas de él nos estaba costando. Que bueno que no logré embarazarme de ese hombre, por algo suceden las cosas ¿No?
—Me voy de aquí, resuelvan sus asuntos maritales —alegó la rubia, pasando por mi lado—. Esperaré tu llamada para volver a reunirnos, Dante. Besitos —Le lanzó un beso al aire.
Definitivamente esa mujer lo hacía a propósito para que yo entendiera la situación, o tal vez solo quería quedarse con mi esposo. Pues no me importaba, al carajo todo lo que logramos, no iba a perdonarlo solo porque lo amaba...
¿Cuánto tardaría en dejar de sentir esa conexión?
—Ximena... Por favor... Prometo alejarla de mi vida —expresó, rogante.
—Lo siento, Dante, pero no voy a poder perdonarte esto... Pensé que me amabas de verdad... En serio que me creí todas tus promesas —dije, en un hilo de voz, sin mirarlo a los ojos.
—Amor, te estoy diciendo que te amo... Jamás dejé de hacerlo.
—Pues debiste haberlo pensado mejor antes de revolcarte bajo mis sábanas con otra, en nuestra casa, Dante. A la próxima procura hacerlo en otro lugar —recomendé, con sarcasmo.
Me crucé de brazos.
—No, no... No entiendes... —balbuceó, con ambas manos en su cabeza de manera desesperada—. Yo no sé en qué estaba pensando, de verdad... Perdóname.
—Pues espero que tú si entiendas lo que te voy a decir —dictaminé, secando las lágrimas en mis mejillas para hacerme la fuerte—. Quiero el divorcio, Dante Watson.
Últimos capítulos
#68 Epílogo
Última actualización: 12/24/2024#67 Capítulo 67: Hacia el futuro
Última actualización: 12/24/2024#66 Capítulo 66: Vivir el presente
Última actualización: 12/24/2024#65 Capítulo 65: Celebración
Última actualización: 12/24/2024#64 Capítulo 64: Ceremonia
Última actualización: 12/24/2024#63 Capítulo 63: Ajetreo
Última actualización: 12/24/2024#62 Capítulo 62: Avanzar
Última actualización: 12/24/2024#61 Capítulo 61: Sentencia
Última actualización: 12/24/2024#60 Capítulo 60: Adiós, soltería
Última actualización: 12/24/2024#59 Capítulo 59: Seguir adelante
Última actualización: 12/24/2024
Te podría gustar 😍
Segundas Oportunidades
—Joder, ángel, estás tan mojada.
Cuando el amante encontró su camino de regreso. Estaba embarazada hace 12 años, pero desaparecí de su vida. A medida que mi hija crece y se parece más a él, mi anhelo se profundiza. Ahora, en una gala, lo veo inesperadamente de nuevo, ahora un encantador CEO.
Amé a Nicolás con todo mi corazón durante años mientras estábamos en la universidad, pero una noche quedé embarazada, la única noche que no usamos protección. Tuve que huir de él; tenía un futuro brillante por delante, tenía un negocio para el que había sido preparado desde niño. No podía interponerme en su camino, no podía destruir sus esperanzas y sueños como el embarazo destruiría los míos, así que tuve que huir y tuve que irme a un lugar donde él no me buscara. Doce años después, soy enfermera, lo cual no era mi sueño en absoluto, pero ponía comida en la mesa y eso era lo importante. Una de mis colegas me dio entradas para ir a un Baile de Navidad y ¿con quién me encuentro? Con el amor de mi vida, el hombre del que huí, el hombre que se parece a mi hija, y en su brazo, por supuesto, estaba la modelo más hermosa. Desde que lo dejé, me aseguré de seguirlo en las redes sociales y en los periódicos; obviamente usé otro nombre en las redes sociales y siempre tenía una modelo en su brazo, siempre. La cosa es que ninguna de ellas se parecía a mí, lo que me hizo darme cuenta de que él me había superado. Verlo en la vida real y no solo en mi teléfono o en los periódicos me arrancó el corazón del pecho, especialmente con la modelo a su lado.
Una hermosa coincidencia
La Cachorra del Príncipe Licántropo
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.
—
Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.
Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.
Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.
Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto
El mundo de Julie se desmorona cuando su esposo, Ryan, revela que quiere un matrimonio abierto. Su razón: necesita un hijo ya que no han podido tener uno. Julie acepta a regañadientes para salvar su matrimonio.
Al día siguiente, Ryan regresa a casa con su secretaria, confirmando la sospecha de Julie de que su aventura estaba ocurriendo a sus espaldas.
Julie, con el corazón roto y llena de rabia, busca consuelo en un bar, donde conoce a un fascinante desconocido llamado Luke, quien cambia las reglas del juego. Julie se confía a Luke mientras beben, y él propone un plan arriesgado: él actuará como su "novio" para darle la vuelta a la situación con Ryan.
Julie acepta, desencadenando una serie de eventos que desafiarán todo lo que creía saber sobre el amor, la lealtad y sobre sí misma.
Una Reina de Hielo en Venta
Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Sr. Ryan
Se acercó con una expresión oscura y hambrienta,
tan cerca,
sus manos alcanzaron mi rostro y presionó su cuerpo contra el mío.
Su boca se apoderó de la mía con impaciencia, con un poco de rudeza.
Su lengua me dejó sin aliento.
«Si no vas conmigo, te follaré aquí mismo». Susurró.
Katherine mantuvo su virginidad durante años, incluso después de cumplir 18 años. Pero un día, conoció a un hombre extremadamente sexual, Nathan Ryan, en el club. Tenía los ojos azules más seductores que jamás haya visto, una barbilla bien definida, cabello rubio casi dorado, labios carnosos, perfectamente dibujados, y la sonrisa más asombrosa, con dientes perfectos y esos malditos hoyuelos. Increíblemente sexy.
Ella y él tuvieron una hermosa y sexy aventura de una noche...
Katherine pensó que tal vez no volvería a ver a ese hombre.
Pero el destino tiene otro plan
Katherine está a punto de asumir el puesto de asistente de un multimillonario propietario de una de las empresas más grandes del país y conocido por ser un hombre conquistador, autoritario y completamente irresistible. ¡Es Nathan Ryan!
¿Podrá Kate resistirse a los encantos de este hombre atractivo, poderoso y seductor?
Lea para conocer una relación desgarrada entre la ira y el deseo incontrolable de placer.
Advertencia: R18+, solo para lectores maduros.
Coronada por el Destino
—Ella solo sería una Criadora, tú serías la Luna. Una vez que esté embarazada, no la tocaría de nuevo —la mandíbula de mi pareja Leon se tensó.
Reí, un sonido amargo y roto.
—Eres increíble. Prefiero aceptar tu rechazo que vivir así.
——
Como una chica sin lobo, dejé a mi pareja y a mi manada atrás.
Entre los humanos, sobreviví convirtiéndome en una maestra de lo temporal: saltando de trabajo en trabajo... hasta que me convertí en la mejor bartender de un pequeño pueblo.
Ahí es donde me encontró el Alfa Adrian.
Nadie podía resistirse al encantador Adrian, y me uní a su misteriosa manada oculta en lo profundo del desierto.
El Torneo del Rey Alfa, que se celebra cada cuatro años, había comenzado. Más de cincuenta manadas de toda Norteamérica estaban compitiendo.
El mundo de los hombres lobo estaba al borde de una revolución. Fue entonces cuando volví a ver a Leon...
Dividida entre dos Alfas, no tenía idea de que lo que nos esperaba no era solo una competencia, sino una serie de pruebas brutales e implacables.
Sanando a Su Luna Rota....
Colmillos, Destino y Otras Malas Decisiones
Después de descubrir que su novio le había engañado, lo último que esperaba era tropezarse con un hombre herido en un callejón. Y definitivamente no uno con colmillos. Pero gracias a una mezcla de cócteles, vergüenza y sus cuestionables elecciones de vida, se lo lleva a casa. Resulta que no es cualquier vampiro—es un rey. Y según él, ella es su compañera predestinada.
Ahora, está atrapada con un chupasangre sobreprotector y taciturno que sigue rescatándola, una lista creciente de enemigos que quieren matarla, y una atracción innegable que hace muy difícil recordar por qué enamorarse de un vampiro es una terrible idea.
Porque si no tiene cuidado, no solo perderá su corazón—perderá su humanidad.
Dejando Ir
Esa fatídica noche lleva a Molly y a su mejor amigo Tom a guardar un secreto muy cerca de sus corazones, pero mantener este secreto también podría significar destruir cualquier oportunidad de un nuevo futuro para Molly.
Cuando el hermano mayor de Tom, Christian, conoce a Molly, su disgusto por ella es instantáneo y hace poco esfuerzo por ocultarlo. El problema es que se siente atraído por ella tanto como la detesta, y mantenerse alejado de ella empieza a convertirse en una batalla, una batalla que no está seguro de poder ganar.
Cuando el secreto de Molly se revela y ella se ve obligada a enfrentar el dolor de su pasado, ¿podrá encontrar la fuerza para quedarse y superar el dolor o huirá de todo lo que conoce, incluyendo al único hombre que le da esperanza de un futuro feliz? Una esperanza que nunca pensó volver a sentir.
Una Noche de Pasión con Mi Jefe
¿Casada con un Marido Feo? ¡No!
Mi malintencionada hermanastra me amenazó con matar a mi hermano y me obligó a casarme con un hombre del que se rumoreaba que era indescriptiblemente feo. No tuve más opción que obedecer.
Sin embargo, después de la boda, descubrí que este hombre no era nada feo; al contrario, era a la vez guapo y encantador, ¡y además era multimillonario!