NovelaGO
Un amor por contrato

Un amor por contrato

Ana Noemi Cruz Moya · Completado · 119.8k Palabras

845
Tendencia
1.4k
Vistas
434
Agregado
Agregar a estante
Comenzar a leer
Compartir:facebooktwitterpinterestwhatsappreddit

Introducción

Alessandra Cavani, una actriz que siempre se ha visto rodeada de escándalos, se ve envuelta en una extraña situación de la que no entiende mucho, pero de la que puede beneficiarse, cuando Dylan O Conell, un playboy millonario de alta alcurnia, le hace una propuesta que no puede rechazar.
Un matrimonio fingido los marca a ambos. Para él, es la solución a las constantes presiones de su familia. Para ella, es la tranquilidad que espera su abuelo antes de morir.
Un divorcio inminente, que no se completa del todo. Dylan, se reencuentra con un viejo amor. Alessandra, recupera recuerdos que ni sabía que portaba.
Una relación repleta de resentimientos, secretos, malentendidos y traiciones. En una sociedad donde la imagen lo es todo, encontrarse a sí mismos podría ser la solución.
¿Podrán lograrlo de una vez por todas o serán víctimas siempre de esa falsedad que los rodea?
Un amor por contrato no era lo que buscaban, pero, ¿será la solución?

Capítulo 1

Alessandra Cavani.

Me miro en el espejo y aún no creo que hoy sea el día de mi boda. Todo fue tan rápido y extraño, que a pesar de llevar el vestido de novia, todavía no me convenzo de que esto sea lo correcto.

Los motivos que me trajeron hasta aquí, los ignoro. Si hago caso a las alarmas en mi cabeza, entonces este paso será más difícil de lo que ya es. De por sí, el contrato que me ata a esta situación es demasiado vergonzoso, no pretendo revolcarme en mi miseria el resto del tiempo que dure este teatro.

—Alessandra, ya es hora. —La voz de Dylan se escucha del otro lado de la puerta y mi corazón se acelera con solo saber que está cerca.

«Concéntrate, por favor», me reclamo, porque tengo que mantener el control.

—Hagamos esto de una maldita vez —exige, sin atisbo de dulzura o suavidad, su tono es duro y resentido.

En realidad, no entiendo los motivos que lo hicieron proponerme tal cosa, si a la vista está que no es algo que desee. Supongo que, como yo, él gana algo importante con esto.

Yo lo hago por mi nono, la única persona por la que aceptaría algo así, para que me vea felizmente casada antes de que su enfermedad se lo lleve de este mundo. Mi vida ha sido un poco diferente a lo que él quería para mí, pero mi felicidad estaba por encima de sus deseos y nunca puso una negativa para que yo cumpliera mis sueños.

Ahora estoy aquí, mirando mi reflejo y el poco brillo de emoción en mis ojos es difícil de ocultar. Pero soy actriz, mi pasión es mi mejor habilidad y esta vez, me toca hacer mi mejor actuación.

—¿Alessandra? —insiste, con tono irritado. Lo acompaña con unos toques seguidos en la puerta.

—Ya voy —respondo—. Ya estoy lista.

Un segundo de silencio, un segundo en el que mi corazón deja de latir.

—Más vale que así sea.

Ahogo un suspiro y con un último vistazo, me levanto de la silla y me dirijo a la puerta. Voy dispuesta a cambiar mi vida, a fingir que es el día más feliz de toda mi existencia.


Desde mi posición en la mesa de los novios, miro a mi alrededor. La fiesta está en su apogeo y a mí me duele la mandíbula de tanto sonreír por obligación.

Dylan no ha estado mucho tiempo a mi lado y la verdad, lo agradezco. A pesar de que este matrimonio es la comidilla de la sociedad, porque al fin el playboy millonario más codiciado decide dejar su vida de soltería nada más y nada menos que por una actriz de cuarta, la idea es que todos crean que es real; pero su actitud, ha dejado mucho que desear. Su expresión debería demostrar felicidad, sin embargo, dista mucho de eso; ante mi cercanía, más frío y falso no puede verse. Lo único bueno en todo esto es que, entre los invitados, no hay nadie que me conozca; no, al menos, personalmente. La mayoría de los presentes pertenecen a la alta sociedad y, por supuesto, solo conocen a la actriz de quinta categoría Alessandra Cavani, que se rodea de escándalos y problemas todo el tiempo.

«Eso es lo que ven en mí». Y solo se obligan a sonreírme, porque mi nuevo y flamante esposo pertenece a una de las familias más poderosas de la ciudad.

—Alessandra…

Escucho que me hablan y miro detrás de mí, de donde proviene la voz. El hermano de Dylan me sonríe, con una expresión en su rostro.

—Puedo llamarte así, ¿verdad? —pregunta y yo asiento. La sonrisa se acentúa y extiende una mano para tomar la mía—. Bienvenida a la familia.

—Gracias —susurro, con un sentimiento de culpa instalado dentro de mí. Toma mi mano y baja su cabeza hasta que deja un beso que no me hace sentir cómoda, me provoca escalofríos. Le dedico una sonrisa y para evitar mayor incomodidad, agrego—: Por favor, una disculpa, necesito ir al servicio.

No le doy tiempo a replicar y escapo del lugar sin mirar atrás. Me escabullo entre los invitados, dispuesta a encerrarme unos minutos en el baño. A Dylan hace un rato que no lo veo y no creo que tenga problemas si hago lo mismo que él. Me encierro en uno de los servicios y agradezco que mi vestido de novia sea sencillo para pasar desapercibida.

Suspiro con alivio unos pocos segundos, pero me dura poco, cuando la puerta del baño se abre y se escuchan dos mujeres conversando sin mucha discreción.

—Nunca creí que tu hijo sentara cabeza, ¿crees que su actitud de play boy desaparezca ahora que está casado?

Intento no hacer ruido, para no delatar mi presencia, no está de más saber lo que piensa mi recién adquirida suegra de este matrimonio.

—Dylan solo ha sabido darme problemas. Si por mí hubiera sido, se hubiera casado con alguien más, no con esa broma de actriz que se buscó como esposa —señala la madre de Dylan, con desagrado—. Me avergüenzo de solo pensar en la cantidad de escándalos en los que ha estado metida. Solo espero que esto no traiga malas consecuencias para la familia, me moriría de un disgusto.

—Dylan sabrá ponerla en su lugar, de eso no tengo dudas —responde, la mujer que la acompaña y de quien no reconozco la voz—. Pero sí es muy raro que con la vida que llevaba, terminara enredado con esa mujer. Algo hizo ella, alguna artimaña, estoy segura.

Por supuesto, el problema siempre será la mujer. Me indigna la forma en que nos hacemos menos entre nosotras mismas, solo por un hombre, un estatus social o solo por quedar bien.

«Hipocresía en su máxima expresión».

Espero la respuesta de la señora O¢ Conell, pero nunca llega. Solo escucho el agua correr por unos segundos, silencio y por último, el sonido de la puerta al cerrarse. Suspiro con alivio y trago el nudo en mi garganta. Aunque soy consciente de lo que todos piensan de mí, igual escuece como una herida abierta a la echan sal. Salgo del baño y me acerco al espejo más cercano, practico mi mejor sonrisa y decido salir de una vez, esconderme no es la solución.

Salgo de la habitación y no he dado dos pasos cuando Dylan intercepta mi camino. Me choco contra él sin poder evitarlo, impacto con su cuerpo duro y sus manos me sostienen por la cintura antes de caer al piso. Por unos eternos y extraños segundos, nos miramos a los ojos. la sangre bulle en mi cabeza y mi corazón late demasiado rápido.

Solo cuando las personas a nuestro alrededor comienzan a celebrar el “amor que sentimos”. Su mirada profunda cambia y se convierte en la dulzura más falsa que jamás he visto. Su sonrisa llega, pero el brillo de sus ojos desaparece por completo.

—Te estaba buscando, necesito que revisemos algo. —Sus ojos azules me escrutan con molestia e irritación contenida.

El rictus en su boca me hace fijarme en sus labios y por unos vergonzosos segundos, me quedo perdida en ellos. A mi mente regresa ese instante en el que el trámite se completó y nos besamos como parte de la ceremonia. Me mortifica que, a pesar de todo, yo haya sentido más de lo que debo con ese ligero contacto entre nosotros.

—Vamos, que es para hoy —presiona, con tono grave y duro. Pero vuelve a poner su sonrisa en cuanto gira hacia el salón.

Su mano se acomoda en mi espalda baja y no puedo ocultar el estremecimiento que me recorre. Atravesamos el salón sin detenernos ni una sola vez a tratar con los invitados; Dylan nos lleva hasta una oficina a pocos metros del salón donde se desarrolla la fiesta. En cuanto cierra la puerta, desaparece el esposo amable que me trataba con educación.

—Sobre la mesa está el convenio de divorcio. Léelo y fírmalo —indica, con menosprecio—. Ya yo hice mi parte.

«Espera…¿qué?».

—¿Cómo? ¿Divorcio? —pregunto, exaltada y nerviosa. Esto no fue lo que habíamos acordado.

Dylan alza una ceja, irritado con mi reacción.

—No te sorprendas, sabes que todo esto es más falso que tú. —Su ofensa me daña, aunque lo disimulo—. ¿Qué esperabas?

—No…no lo sé —tartamudeo mi respuesta, porque de verdad me tomó desprevenida.

Este matrimonio no me aporta nada a lo que quiera aferrarme, pero si solo dura menos de una hora, mi abuelo sabrá que todo fue una farsa; le dará un infarto fulminante y nunca me lo perdonaré. No puedo hacer esto todavía.

—Por favor, Dylan…yo…

—No vengas con tus juegos otra vez, firma el maldito papel —interrumpe mi ruego. No alcanzo a entender las razones por las que él me trata como lo hace, pero no voy a perder mi tiempo preguntando—. El acuerdo prenupcial separa todos nuestros bienes, no tocarás nada de lo mío, si era tu interés.

Me trago lo que pienso, porque eso no es lo que me preocupa; sin embargo, mi silencio es malinterpretado.

—Has hecho una fortuna y sabrá solo Dios y cuántos hombres, cómo fue que alcanzaste tal patrimonio, pero el mío no sumará un centavo más. Firma los papeles, de una maldita vez.

Aprieto los dientes cuando entiendo el significado de sus palabras, está insinuando que soy una puta, en palabras más claras.

—Yo no quiero tu dinero —exclamo, alzo un poco la voz. Él se cruza de brazos, escéptico—. Solo necesito que me des un mes al menos como plazo, cuando se cumpla ese tiempo serás libre otra vez.

Para mí es difícil poner un tiempo tan específico y tan cercano, además, pero sé que a mi abuelo le queda poco tiempo de vida.

—No confío en tu palabra, firma ahora y lo hacemos cumplir cuando acabe el plazo.

Muerdo mi labio inferior, yo tampoco confío en él y no creo que cumpla.

—¿Qué garantíass tengo de que así será? —Dylan tensa su mandíbula. Sus ojos son dagas que me atraviesan y son capaces de debilitarme, no puedo mentirme, peor por mi abuelo mantengo mi postura firme.

—Yo tengo palabra, a diferencia de ti.

«Vaya, que estúpido».

—No me conoces realmente, Dylan O¢ Conell. No sabes nada de mí, solo lo que te han contado.

—Me han contado bastante, deberías saber.

Lo miro y no le replico, aunque me hierve la sangre con las ganas de hacerlo, de defenderme, pero es una batalla perdida.

—Solo necesito un mes, no te pido más. Además, ¿qué van a pensar de todo este teatro en cuanto todos sepan? Vives en una sociedad demasiado curiosa para tu bienestar.

Mi intención no es amenazarlo, pero por su expresión, él lo asume como tal.

—¿Me estás amenazando? —pregunta, con su ceño fruncido y hablando entre dientes.

Yo me aguanto las ganas de resoplar y me limito a negar con la cabeza.

—No, solo es una recomendación.

—Te vas a salir con la tuya, porque no confío en ti. Solo te voy a recordar que firmaste un contrato y que nadie debe saber sobre esto. Te destruiría y en el proceso, te quedarías sin un centavo. —Me señala con un dedo acusador.

—No es mi intención armar un escándalo, no te preocupes —aclaro.

—El escándalo es una constante en tu vida. Y te ha traído hasta aquí.

Ante eso no tengo nada que decir. No existe prueba mayor que lo que sucede entre nosotros. Todavía no me queda claro cómo llegamos a esto.

—¿Aceptas o no? —pregunto, para confirmar.

—Sí, pero estaré vigilándote —advierte—. De mí no vas a sacar nada, Alessandra.

—Ya te dije que no quiero nada de ti. En todo caso, fuiste tú el que vino a mí con esta propuesta. Yo solo acepté —le recuerdo, cuando me canso de su estúpida arrogancia y soberbia.

Su reacción es la típica de un hombre que no acepta la pérdida, porque sin decir una palabra más, recoge el sobre que nunca llegué a revisar y sale de la ofician sin mirar atrás.

Cierro los ojos y respiro profundo, para relajarme. Sé que no viene nada fácil, aguantar un mes los tratos de un hombre como Dylan O¢ Conell, podría considerarse tortura, viendo el resentimiento que siente por mí; pero por mi abuelo hago lo que sea.

A mi regreso al salón, no espero verlo, pero me sorprende encontrarlo en medio de los invitados, con una enorme sonrisa en su rostro, dirigida a mí. Extiende su mano en mi dirección, ofreciendo lo que parece un baile. No puedo decir que no y cuando nuestras manos se tocan, algo cosquillea en todo mi cuerpo. Alzo la mirada y su ceño fruncido me hace pensar que también lo sintió.

Entrelaza nuestros dedos y mi corazón se acelera, mi respiración se vuelve superficial. Su otra mano baja a mi cintura y me pega a su cuerpo atlético.

—Faltaba nuestro primer baile —susurra, contra mi boca. Trago en seco, afectada con su cercanía.

—No sabía que debíamos tener uno.

—Tan real como sea posible. —Me guiña un ojo y la extraña sensación se rompe—. Sigue actuando, lo haces bien. Cuando terminemos aquí, nos iremos. —Frunzo el ceño e inclino mi cabeza hacia atrás. Él se encoge de hombros—. Estoy ansioso por mi luna de miel.

No digo nada, solo lo miro y estudio su rostro. La picardía es evidente en sus rasgos.

—Nos vamos. —Alza la voz adrede, para que todos escuchen.

No puedo ocultar el rubor en mis mejillas, mientras nos despedimos de todos. Así como tampoco la sonrisa, que no es tan falsa como me gustaría que fuera. Pocos minutos después, avanzamos por la autopista en su auto, en completo silencio, hasta que el sonido de un celular lo interrumpe.

—Ya estoy por llegar, solo necesito dejar algo antes —dice, a quien sea está del otro lado.

Unos metros después, detiene el auto.

—Bájate —ordena, con voz autoritaria.

—¿Cómo?

—Lo que entendiste, ¡bájate!

—Pero…

No me deja hablar, se estira y por encima de mí, abre la puerta.

—Bájate de mi auto de una maldita vez.

No me quedo a discutir ni a reclamarle algo. Mi dignidad grita que lo ponga en su lugar, pero tengo las de perder. Me trago la rabia y salgo del auto, mis tacones de aguja se entierran en el fango que bordea la carretera solitaria.

—¿Me vas a dejar…? —No me escucha, cierra la puerta de un tirón.

Se aleja, me deja abandonada a mi suerte en medio de la nada, el día de nuestra boda. Solo atino a mirar el vestido de novia que aún llevo puesto, cuando diviso otro auto que se acerca. Tragándome mi orgullo, le hago señas para que se detenga y suspiro de alivio cuando lo hace. Sin embargo, no esperaba que fuera Ryan O’ Conell quien condujera; que fuera mi recién adquirido cuñado el que me ayudara.

Últimos capítulos

Te podría gustar 😍

Segundas Oportunidades

Segundas Oportunidades

1.1m Vistas · En curso · Vicky Visagie
Él me estaba besando, distrayéndome del dolor en mi coño y luego empezó a moverse lentamente y el dolor empezó a desaparecer. Se estaba volviendo cada vez más placentero, tan agradable que empecé a mover mis caderas mientras él se movía encima de mí. Se inclinó mientras se movía dentro y fuera de mí y tomó uno de mis pezones en su boca. Podía sentir cómo me mojaba a su alrededor, lo que solo hizo que se moviera más rápido dentro de mí.

—Joder, ángel, estás tan mojada.


Cuando el amante encontró su camino de regreso. Estaba embarazada hace 12 años, pero desaparecí de su vida. A medida que mi hija crece y se parece más a él, mi anhelo se profundiza. Ahora, en una gala, lo veo inesperadamente de nuevo, ahora un encantador CEO.

Amé a Nicolás con todo mi corazón durante años mientras estábamos en la universidad, pero una noche quedé embarazada, la única noche que no usamos protección. Tuve que huir de él; tenía un futuro brillante por delante, tenía un negocio para el que había sido preparado desde niño. No podía interponerme en su camino, no podía destruir sus esperanzas y sueños como el embarazo destruiría los míos, así que tuve que huir y tuve que irme a un lugar donde él no me buscara. Doce años después, soy enfermera, lo cual no era mi sueño en absoluto, pero ponía comida en la mesa y eso era lo importante. Una de mis colegas me dio entradas para ir a un Baile de Navidad y ¿con quién me encuentro? Con el amor de mi vida, el hombre del que huí, el hombre que se parece a mi hija, y en su brazo, por supuesto, estaba la modelo más hermosa. Desde que lo dejé, me aseguré de seguirlo en las redes sociales y en los periódicos; obviamente usé otro nombre en las redes sociales y siempre tenía una modelo en su brazo, siempre. La cosa es que ninguna de ellas se parecía a mí, lo que me hizo darme cuenta de que él me había superado. Verlo en la vida real y no solo en mi teléfono o en los periódicos me arrancó el corazón del pecho, especialmente con la modelo a su lado.
La Cachorra del Príncipe Licántropo

La Cachorra del Príncipe Licántropo

3.5m Vistas · En curso · chavontheauthor
—Eres mía, cachorrita—gruñó Kylan contra mi cuello.
—Pronto estarás rogándome. Y cuando lo hagas—te usaré como me plazca, y luego te rechazaré.



Cuando Violet Hastings comienza su primer año en la Academia de Cambiantes Starlight, solo quiere dos cosas: honrar el legado de su madre convirtiéndose en una sanadora hábil para su manada y pasar por la academia sin que nadie la llame rara por su extraña condición ocular.

Las cosas toman un giro dramático cuando descubre que Kylan, el arrogante heredero al trono de los Licántropos que ha hecho su vida miserable desde el momento en que se conocieron, es su compañero.

Kylan, conocido por su personalidad fría y sus maneras crueles, está lejos de estar contento. Se niega a aceptar a Violet como su compañera, pero tampoco quiere rechazarla. En cambio, la ve como su cachorrita y está decidido a hacer su vida aún más un infierno.

Como si lidiar con el tormento de Kylan no fuera suficiente, Violet comienza a descubrir secretos sobre su pasado que cambian todo lo que pensaba que sabía. ¿De dónde viene realmente? ¿Cuál es el secreto detrás de sus ojos? ¿Y ha sido toda su vida una mentira?
Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto

Mi Esposo Quiere Un Matrimonio Abierto

912.6k Vistas · Completado · Elysian Sparrow
Es cierto lo que dicen sobre el matrimonio: uno de los dos siempre es más feliz que el otro.

El mundo de Julie se desmorona cuando su esposo, Ryan, revela que quiere un matrimonio abierto. Su razón: necesita un hijo ya que no han podido tener uno. Julie acepta a regañadientes para salvar su matrimonio.

Al día siguiente, Ryan regresa a casa con su secretaria, confirmando la sospecha de Julie de que su aventura estaba ocurriendo a sus espaldas.

Julie, con el corazón roto y llena de rabia, busca consuelo en un bar, donde conoce a un fascinante desconocido llamado Luke, quien cambia las reglas del juego. Julie se confía a Luke mientras beben, y él propone un plan arriesgado: él actuará como su "novio" para darle la vuelta a la situación con Ryan.

Julie acepta, desencadenando una serie de eventos que desafiarán todo lo que creía saber sobre el amor, la lealtad y sobre sí misma.
Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?

Secretaria ¿Te quieres acostar conmigo?

781.2k Vistas · Completado · miribaustian
Para Alejandro, un Ceo poderoso, millonario, atractivo, mujeriego y caprichoso, fue una sorpresa que su nueva secretaria se negase a acostarse con él, cuando todas caían a sus pies.
Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres.
Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Una Reina de Hielo en Venta

Una Reina de Hielo en Venta

3.8m Vistas · Completado · Maria MW
«Póntelos». Cogí el vestido y la ropa interior, luego quise volver al baño, pero ella me lo impidió. Sentí que mi corazón se paró por un segundo cuando escuché su orden. «Vístete aquí. Déjame verte». Al principio no entendí lo que quería decir, pero cuando me miró con impaciencia, supe que debía hacer lo que me decía. Abrí mi bata y la puse en el sofá blanco de al lado. Sostenía el vestido y quería ponérmelo cuando la volviera a escuchar. «Pare». Mi corazón casi se me sale del pecho. «Pon el vestido en el sofá por un segundo y ponte de pie». Hice lo que me dijo. Me quedé ahí completamente desnuda. Me examinó de pies a cabeza con los ojos. La forma en que revisó mi cuerpo desnudo me hizo sentir muy mal. Movió mi cabello detrás de mis hombros, pasando suavemente su dedo índice por mi pecho, y su mirada se detuvo en mis pechos. Luego continuó con el procedimiento. Su mirada se movió lentamente entre mis piernas y la miró durante un rato. «Abre las piernas, Alice». Se puso en cuclillas y cerré los ojos cuando se movió para verme más de cerca. Solo esperaba que no fuera lesbiana o algo así, pero al final se puso de pie con una sonrisa de satisfacción. «Perfectamente afeitado. Los hombres son así. Estoy seguro de que a mi hijo también le gustará. Tu piel es bonita y suave, y eres musculoso, pero no demasiado. Eres perfecto para mi Gideon. Ponte primero la ropa interior y luego el vestido, Alice». Tenía muchas cosas que decir, pero me las tragé. Tenía ganas de escapar, y ese fue el momento y el momento en que me juré que lo lograría una vez.

Alice es una hermosa patinadora artística de dieciocho años. Su carrera está a punto de culminar cuando su cruel padrastro la vende a una familia adinerada, los Sullivan, para que se convierta en la esposa de su hijo menor. Alice asume que hay una razón por la que un hombre apuesto quiere casarse con una chica extraña, especialmente si la familia forma parte de una conocida organización criminal. ¿Encontrará la manera de derretir los corazones helados y dejarla ir? ¿O podrá escapar antes de que sea demasiado tarde?
Mimada por multimillonarios tras ser traicionada

Mimada por multimillonarios tras ser traicionada

1.9m Vistas · En curso · FancyZ
Casada durante cuatro años, Emily permaneció sin hijos. Un diagnóstico hospitalario sumió su vida en un infierno. ¿Incapaz de concebir? Pero su esposo rara vez estuvo en casa durante estos cuatro años, entonces, ¿cómo pudo quedar embarazada?
Emily y su multimillonario esposo estaban en un matrimonio contractual; ella esperaba ganarse su amor a través del esfuerzo. Sin embargo, cuando su esposo apareció con una mujer embarazada, ella se desesperó. Después de ser expulsada, Emily, sin hogar, fue acogida por un misterioso multimillonario. ¿Quién era él? ¿Cómo conocía a Emily? Y lo que es más importante, Emily estaba embarazada.
La Redención de la Ex-Esposa: Un Amor Renacido

La Redención de la Ex-Esposa: Un Amor Renacido

392.3k Vistas · Completado · Emma Blackwood
Cuando mi hijo fue hospitalizado con una fiebre alta, Henry Harding estaba con su ex amante—una traición final que destrozó lo poco que quedaba de nuestro matrimonio.
El dolor de mi embarazo fuera del matrimonio es una herida de la que nunca puedo hablar, ya que el padre del niño desapareció sin dejar rastro. Justo cuando estaba a punto de quitarme la vida, Henry apareció, ofreciéndome un hogar y prometiendo tratar a mi hijo sin padre como si fuera suyo.
Siempre le he estado agradecida por salvarme ese día, por eso he soportado la humillación de este matrimonio desigual durante tanto tiempo.
Pero todo cambió cuando su antigua llama, Isabella Scott, regresó.
Ahora, estoy lista para firmar los papeles del divorcio, pero Henry exige diez millones de dólares como precio de mi libertad—una suma que nunca podría reunir.
Lo miré a los ojos y dije fríamente—Diez millones de dólares para comprar tu corazón.
Henry, el heredero más poderoso de Wall Street, es un ex paciente cardíaco. Nunca sospechará que su llamada ex esposa vergonzosa orquestó el corazón que late en su pecho.
Regla número 1 - Sin Compañeros

Regla número 1 - Sin Compañeros

2.2m Vistas · En curso · Jaylee
Labios suaves y calientes encuentran la cáscara de mi oreja y él susurra: «¿Crees que no te quiero?» Empuja sus caderas hacia adelante, chocando contra mi trasero y yo gimo. «¿De verdad?» Se ríe entre dientes.

«Déjame ir», lloriqueo, mi cuerpo tiembla de necesidad. «No quiero que me toques».

Me caigo sobre la cama y luego me doy la vuelta para mirarlo fijamente. Los tatuajes oscuros de los hombros cincelados de Domonic se estremecen y se expanden con el movimiento de su pecho. Su profunda sonrisa llena de arrogancia se extiende detrás de sí mismo para cerrar la puerta.

Mordiéndose el labio, se dirige hacia mí, con la mano pegada a la costura de sus pantalones y a la protuberancia que hay allí.

«¿Estás seguro de que no quieres que te toque?» Susurra, desatando el nudo y metiendo una mano dentro. «Porque juro por Dios que eso es todo lo que quería hacer. Todos los días, desde el momento en que entraste en nuestro bar, percibí tu sabor perfecto desde el otro lado de la habitación».


Draven, nuevo en el mundo de las palancas de cambio, es un humano que huye. Una chica hermosa a la que nadie podría proteger. Domonic es el frío alfa de la manada de lobos rojos. Una hermandad de doce lobos que viven según doce reglas. Reglas que juraron que NUNCA podrían romperse.

Especialmente, regla número uno: No hay amigos

Cuando Draven conoce a Domonic, sabe que ella es su compañera, pero Draven no tiene ni idea de lo que es una pareja, solo que se ha enamorado de un cambiaformas. Un alfa que le romperá el corazón al hacer que se vaya. Prometiéndose a sí misma que nunca lo perdonará, desaparece.

Pero no sabe nada del bebé que está embarazada ni de que, desde el momento en que se fue, Domonic decidió que las reglas estaban hechas para romperlas, ¿y ahora volverá a encontrarla? ¿Lo perdonará?
Jackson Johnson

Jackson Johnson

708.7k Vistas · Completado · maracaballero32
Los desamores y la infidelidad de su ex prometido ha quedado en el pasado, ahora con una mudanza con su familia al otro lado del mundo, Lilly Bradley comienza de cero junto a ellos. Con una carrera prometedora y muchas solicitudes en línea, Lilly finalmente encuentra trabajo en una empresa muy importante como la nueva administradora del conglomerado Johnson. Jackson Johnson es dueño de un gran imperio de bienes raíces en todo Estados Unidos, detrás de aquel rostro enigmático no hay nada más que solo un hombre desconfiado, obseso del control y con una vida privada demasiado hermética, y debido a ello, su madre se obsesiona con hacerlo sentar cabeza a sus treinta años con citas a ciegas, pero siempre fallando, así que prepara un plan para hacerlo caer en las redes del amor… “La mentira gana bazas, pero la verdad gana el juego.”
Niñera para el jefe de la mafia

Niñera para el jefe de la mafia

972.5k Vistas · Completado · Page Hunter
El jefe de la mafia Alessandro Rossi recupera a su heredero de manos de su esposa fugitiva.

Emplea a la joven Victoria para que cuide a su hijo. Después de pasar una noche de borrachera juntos, está embarazada de él.

Sus vidas están entrelazadas ahora y terminan en un matrimonio sin amor. Ella encuentra consuelo en los brazos de otro.

Lee para descubrir qué sucede cuando la niñera y la esposa del jefe de la mafia llevan al enemigo directamente a la puerta de su casa.
Sr. Ryan

Sr. Ryan

1.1m Vistas · Completado · Mary D. Sant
«¿Qué cosas no están bajo tu control esta noche?» Esbocé mi mejor sonrisa, apoyándome contra la pared.
Se acercó con una expresión oscura y hambrienta,
tan cerca,
sus manos alcanzaron mi rostro y presionó su cuerpo contra el mío.
Su boca se apoderó de la mía con impaciencia, con un poco de rudeza.
Su lengua me dejó sin aliento.
«Si no vas conmigo, te follaré aquí mismo». Susurró.


Katherine mantuvo su virginidad durante años, incluso después de cumplir 18 años. Pero un día, conoció a un hombre extremadamente sexual, Nathan Ryan, en el club. Tenía los ojos azules más seductores que jamás haya visto, una barbilla bien definida, cabello rubio casi dorado, labios carnosos, perfectamente dibujados, y la sonrisa más asombrosa, con dientes perfectos y esos malditos hoyuelos. Increíblemente sexy.

Ella y él tuvieron una hermosa y sexy aventura de una noche...
Katherine pensó que tal vez no volvería a ver a ese hombre.
Pero el destino tiene otro plan

Katherine está a punto de asumir el puesto de asistente de un multimillonario propietario de una de las empresas más grandes del país y conocido por ser un hombre conquistador, autoritario y completamente irresistible. ¡Es Nathan Ryan!

¿Podrá Kate resistirse a los encantos de este hombre atractivo, poderoso y seductor?
Lea para conocer una relación desgarrada entre la ira y el deseo incontrolable de placer.

Advertencia: R18+, solo para lectores maduros.
Mis Gemelos Alfa Posesivos Para Pareja

Mis Gemelos Alfa Posesivos Para Pareja

486k Vistas · Completado · Veejay
Sophia Drake se preparó para lo peor cuando se vio obligada a mudarse al otro lado del país en medio de su penúltimo año de secundaria. Desesperada por escapar de su hogar destrozado tan pronto como cumpla dieciocho años, sus planes se ven interrumpidos por los enigmáticos y cautivadores gemelos Ashford. Sophia no puede comprender la intensa atracción que siente por los gemelos y trata de evitarlos a toda costa. A medida que se adentra en un mundo desconocido, sus demonios del pasado resurgen, haciéndola cuestionar su verdadera identidad. ¿Huirá Sophia de los secretos de su pasado, o abrazará su destino y tomará el control de su futuro?