Uno no es suficiente
1.6k Vistas · En curso · Bertina Delta
Sus mejillas se están poniendo rojas, puedo notar que se siente incómodo. Fuego sale de los ojos de Fiona:
—¡Cómo te atreves! Esas eran todas mis ropas y cosas personales. No digas que las tocaste, pervertido...
Hunter se aferra a la manta con todas sus fuerzas y mira hacia otro lado.
—Puedo devolvértelo, yo... yo prometo que no quise tocarlo. Me hipnotizó el aroma, tenía que olerlo —dice suave...
—¡Cómo te atreves! Esas eran todas mis ropas y cosas personales. No digas que las tocaste, pervertido...
Hunter se aferra a la manta con todas sus fuerzas y mira hacia otro lado.
—Puedo devolvértelo, yo... yo prometo que no quise tocarlo. Me hipnotizó el aroma, tenía que olerlo —dice suave...