Capítulo 28: Lamento haberte avergonzado

Al ver a Julia de pie en la escalera giratoria, Nathan frunció el ceño. Se acercó rápidamente y la sostuvo, diciendo:

—¿Qué estás haciendo? ¿No sabes sobre tu condición física?

Julia le dio una palmadita en el brazo para tranquilizarlo y respondió:

—Solo estoy un poco débil, pero no al punto de n...

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