Capítulo 1685

—No te estoy molestando, te estoy ayudando a relajar tu vagina— dijo Kevin con una sonrisa.

Continuó frotando suavemente sus dedos sobre los gruesos y pegajosos labios, sintiendo cómo el clítoris se iba erectando. Lo pellizcó y lo acarició ligeramente con el pulgar y el índice, sabiendo que no debí...

Inicia sesión y continúa leyendo